El robo de información financiera mediante la interceptación –con sofisticados equipos– del audio con el que se transmiten los datos a las centrales que autorizan las transacciones, tiene en alerta tanto a la banca como a las autoridades, más ahora que se avecina la temporada navideña.
Lo que han podido establecer organismos del Estado e Incocrédito, compañía creada por la banca para la prevención y el control del fraude en la industria financiera, es que los delincuentes, en complicidad con funcionarios de empresas telefónicas o de monitoreo de alarmas ‘pinchan’ las líneas de teléfono destinadas a los datáfonos y les ‘cuelgan’grabadoras especiales para registrar todos los sonidos que se producen durante una transacción, sonidos que luego son decodificados.
Guillermo Puerto Abella, gerente de Incocrédito, dijo que el personal de esas compañías, que tiene acceso a las cajas de las líneas de teléfono, está siendo contactado por redes delincuenciales para colocar esos equipos, incluso en las torres de comunicación, por lo que advierte que los comercios deben estar pendientes de dichos funcionarios cuando soliciten hacer revisiones o arreglos en las líneas de sus establecimientos.
Cifras de la industria revelan que hoy en día, por cada 10.000 pesos facturados con tarjetas débito y crédito, cerca de 15 pesos corresponden a operaciones fraudulentas. Si bien el dato es menor que el tope de 21 pesos alcanzado en 2005, continúa estando muy por encima de los estándares europeos.
Un estudio de ACI Worlwide y el Grupo Aité, que tuvo en cuenta a 5.200 consumidores en 17 países y revelado en octubre pasado, concluyó que uno de cada cuatro encuestados ha sido víctima de fraude con sus plásticos en los últimos cinco años.
México y Estados Unidos tienen el mayor índice de personas víctimas de fraude a través de tarjetas, con 44 y 42 por ciento, según el estudio, mientras que en los Países Bajos y Suecia ese nivel es de 12 por ciento.
“Los resultados de esta encuesta muestran que el fraude de tarjetas sigue siendo una de las mayores amenazas y preocupaciones de los consumidores, instituciones financieras y minoristas”, comentó Mike Braatz, vicepresidente sénior de Fraude de Pagos de ACI Worldwide.
No es para menos, dada la dimensión que adquiere el uso de estos medios de pago. Solo en Colombia las personas utilizaron el dinero plástico para hacer operaciones por valor de 15,2 billones de pesos en agosto pasado. Estas incluyeron compras pagadas por datáfonos o por Internet, avances en efectivo y retiros en cajeros automáticos.
Operaciones en aumento
Hoy, el número de transacciones con tarjetas de crédito supera los 171.000 millones, mientras que con débito el volumen llega a 640.000 millones.
Pero sin duda esas cifras pronto serán superadas debido al intenso plan de bancarización adelantado por la industria, que prevé duplicar los 150.000 comercios con datáfonos existentes, meta fijada para los tres años siguientes.
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