Melissa Giraldo está muy triste. La rubia presentadora que fue elegida por el portal francés purepeople.com como la más sexy del planeta en vestido de baño, habla por primera vez sobre la muerte de su papá por culpa de la violencia. como un homenaje al hombre que le preguntaba por qué no había vuelto a la TV, la veremos actuando. (Vea aquí las más bellas fotografías de la presentadora y modelo paisa)
No es fácil comenzar esta entrevista. "Hay mucho dolor de por medio" y además se asoma la Navidad. Melissa no llora, pero en los ojos y en el rictus de su rostro se dibuja una profunda tristeza. Nos recibe en la sala, donde aún permanecen frente a frente dos sillas de espaldar alto y color verde, las mismas donde se sentaba a conversar con Jorge Iván, su papá: "Él y yo éramos superamigos. Hablábamos de todo y yo sabía lo que pensaba y quería. Aquí justamente nos sentábamos a hacer la carta de los deseos de diciembre. Siempre me decía: Quiero esto para vos y esto para mí; como un par de niños lo anotábamos en un cuaderno. Nuestra relación era lo más fuerte del mundo".
Después de hacer una pausa y respirar hondo, como buscando las respuestas a las preguntas que en su interior se agitan, quiere saber si alguna vez hemos tenido la muerte tan de cerca. Decirle que sí, y contarle que conocemos ese dolor, la tranquiliza y le permite abrirse: "Nunca se me había ido alguien a quien yo adorara con el alma. Cuando les pasa a otras personas a uno le da tristeza, pero cuando te toca a ti, es horrible. No me gusta ni siquiera pronunciar esa palabra (muerte); y aunque es algo que a todos nos va a llegar, no nos enseñan a prepararnos como sí ocurre en otras culturas. Te coge sin esperarlo y es muy duro".
Hace tres meses y 18 días (el 18 de agosto), a las 9 de la mañana de un sábado "sonó el teléfono. Era mi hermanito. Al oírme dijo que me fuera para Medellín porque acababa de morir mi papá. Estaba con mi novio (un joven empresario que la enamoró y está dispuesto a ir de su mano por la vida). Llamé a mi mejor amiga y salimos corriendo para el aeropuerto. Todos estábamos como en shock. Se me quedó la mente en blanco, todo fue muy rápido. En Medellín me encontré con la familia y mis amigas del colegio. No podía llorar. La gente me preguntaba si estaba dopada, pero no. Fue algo muy raro".
El sepelio de Jorge Iván Giraldo fue multitudinario; incluso con honores, pues fue concejal de Remedios (en el nororiente de Antioquia), donde ocurrió el asesinato con arma de fuego a manos de dos encapuchados.
Así lo pudo leer en la prensa la misma Melissa desde la ventana del carro que la transportaba al cementerio. "Mi papá vivía entre Medellín y Remedios. Él era un todero. En una época construyó locales, en otra tuvo minas de oro en Remedios y Segovia. Hasta fue concejal. Últimamente estaba dedicado a la finca, ¡dichoso!. Mis abuelos fueron comerciantes y mi papá desde los 16 trabajó con ellos. Tuvieron una ferretería en la que crecí. Ahí jugaba con mis primos. Era un apasionado por todo lo que hacía. Tengo la imagen de mi papá vivo, de lo que compartimos y me quedan fotos y videos. Yo recibí las cenizas; en ese momento sentí como golpes en el pecho".
Por primera vez la expresentadora de entretenimiento de Noticias Caracol habla sobre el tema. En una taza blanca con alas rosadas se toma este amargo café y revive ese día en que se despidió del hombre que le inculcó "amor y respeto, y que enseñó a valorar la familia. En Colombia ocurren muchas cosas con las que no estamos de acuerdo, y eso fue lo que pasó y ya. Es muy triste ser víctima de la violencia que se vive aquí. No quiero pensar en las cosas malas. No puedo retroceder el tiempo y lo único que sabemos quienes lo conocimos es que fue una persona correcta, que nunca tuvo un problema aunque era influyente en el pueblo.
"Es una zona peligrosa y él estaba allá. A otras personas les ha pasado exactamente lo mismo. Vivía feliz con su ganado y sus cosas. Estábamos conscientes de la región en la que estaba; por eso cuando se ponía peligroso dejaba de ir. Allá pasábamos las vacaciones, y el día de los aguinaldos (16 de diciembre) les llevábamos regalos a los niños de la vereda. Todo este año las cosas estaban difíciles para cualquier persona que viviera allá".
Jorge Iván y su hija tenían una cita pendiente: "Íbamos a celebrar mi cumpleaños. Irían mis amigas a la casa y armaríamos una fiesta. Era uno de los días más importantes desde que era niña. Había torta y nos encontrábamos todos, pero con esto ya esa fecha perdió la magia. Después de eso estuve una semana con mi familia, pero al cuarto día empecé a trabajar. Desde hacía meses tenía unas fechas programadas para fotos que no quise cancelar. Los primeros días tuve una sensación extraña, creía que todo era una pesadilla; pero con el tiempo empecé a aterrizar. En este tiempo he ido asimilándolo".
El desahogo llegó con una terapia de mandalas (figuras geométricas a las que se atribuyen virtudes sanadoras). Mientras las pintaba en compañía de una amiga comenzó a llorar por horas: "Fue a los 20 días. Soy muy sentimental y él también era así. ¡Muy emotivo! Cuando me veía en el noticiero le daba de todo. Pero pasó lo peor y eso se convirtió en una bomba de pensamientos y una tristeza tan grande que no era capaz de sacar todo lo que tenía adentro. Los primeros días pensaba en qué habría pasado si hubiera hecho una cosa o la otra, pero por fortuna siempre le dije lo mucho que lo adoraba. Él se moría por mí y yo lo amaba. Eso me da una paz interior muy grande, porque sé que él fue el mejor padre y un gran esposo".
Siguiendo el ejemplo de un padre emprendedor y con los deseos claros de lo que él quería para ella, volverá a la pantalla y en su honor debutará como actriz. "En estos meses ha pasado algo muy extraño y es que los planes que mi papá tenía para mí se están cumpliendo. Siempre dijo que quería mi regreso a la TV; compartíamos eso porque es mi gran pasión. En este momento tengo varias propuestas. La actuación me asusta un poco. Hace tres años, cuando me vine a vivir a Bogotá, lo primero que hice fue tomar un curso pero a los días me di cuenta de que me movía más la presentación. Creo que mi papá por ejemplo puso en el camino a Fernán Martínez. Siempre he trabajado sola; por fortuna llegó en este momento en que tengo ofertas y estoy convencida de que es el mejor en su labor.
"Mi profesión me ha ayudado a entretenerme... a ser más fuerte. Con mi mamá y mi hermano estamos haciendo las cosas de tal manera que salgan como a mi papá le habría gustado que fueran. Vamos para adelante con las grandes enseñanzas que nos dejó.
"Diciembre será la fecha más difícil para nosotros, y como sé que será así, voy a dedicarme a estudiar actuación, vocalización y presentación. Quiero prepararme para enfrentar este nuevo reto. Estoy buscando quién se le mida a trabajar en esa fecha". La actriz Adelaida López, quien es su amiga, ya le dijo que contara con ella pues un director de cine y otro de TV ya pusieron el ojo en la paisa. La quieren para protagonizar. "Todo lo que haga será en honor a mi papá. Sé que él estaría muy orgulloso como siempre se sintió".
Melissa es fuerte pero los silencios y las pausas en su conversación vuelven dramático el ambiente. "El momento más difícil es cuando llego a mi casa de Medellín. Duermo con mi mamá y siempre ocupo el lugar de mi papá; pero cuando siento mayor tristeza y lo extraño más es cuando veo a una familia reunida. Es muy fuerte porque siempre pensé que iba a ver a mis papás juntos en su vejez. También es duro cuando me pasa algo bueno y se lo quiero contar como siempre hacía; siempre lo llamaba. Alguien me dijo que esta es una tristeza eterna y que toda la vida sentiré este dolor".
¿Cómo lo recuerda?
Como un ser feliz y positivo; como un enamorado de mi mamá. Fue su único novio y siempre estuvieron juntos. Mi familia era muy linda. Yo los veía de la mano después de 25 años y era como si llevaran un mes. Muy románticos. Mi papá era un amigo. Era muy joven y siempre me sentía orgullosa porque era divino físicamente, superquerido, deportista, joven, alegre, buena persona, nunca le hizo nada malo a nadie. Era un confidente que sabía todo lo que pasaba conmigo. Le contaba todo lo del trabajo, lo personal. Lo llamaba y hasta le dedicaba canciones a veces. Después de esto aprendí que uno no puede estresarse por tonterías y eso lo sabía mi papá quien era tranquilo y tenía gran disposición para todo.
¿Alguna vez hubo alguna advertencia o alguna comunicación que los pusiera en alerta?
¡Nunca! Fue una sorpresa para todos. Nunca pensamos que nos fuera a pasar algo malo.
Melissa respira, hace una pausa y ratifica: "todo esto es muy duro".
POR: CRISTINA ESTUPIÑÁN CH. / FOTOGRAFÍA: JUAN FELIPE BOHÓRQUEZ
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