Cerca de un centenar de expertos corredores de bolsa vinculados a Interbolsa en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, Bucaramanga, Manizales y Cartagena están a punto de entrar a la lista de sus víctimas.
EL TIEMPO estableció que, durante años, consignaron sus comisiones de éxito en un fondo denominado Fondo Disponible (FD), y ahora la plata simplemente no aparece.
Son cerca de 15.000 millones de pesos que los empleados de Interbolsa consignaron, tentados por el beneficio que sus patronos les ofrecían: no gravarlos por renta y pagar un interés del 8 por ciento efectivo anual.
La tasa resultaba atractiva, si se tiene en cuenta que por cada 30 millones de pesos que conseguían Interbolsa les reconocía un 30 por ciento.
Y si la suma era mayor -como con los clientes del Fondo Premium de Curazao-, la comisión podía llegar hasta el 40 por ciento. De hecho, algunos metieron sus comisiones en ese polémico fondo.
En promedio, cada mes Interbolsa captaba cerca de 3.500 millones de pesos en incentivos que iban a dar al FD.
"Decían que era una medida para que los corredores no se enloquecieran con lo que ganaban y empezaran a gastar", dice un ejecutivo.
Y agrega que solo podían retirar las comisiones cuatro veces al año.
"Por eso, todos optamos por dejarlo como un ahorro. Yo tenía 270 millones de pesos, pero hay gente de hasta 700 millones, y ahora nadie sabe dónde están", aseguró el corredor, que está conformando una especie de base de datos con todos los damnificados.
El problema es que no existen extractos o recibos del dinero consignado y retirado.
"Nos daban una tarjeta de crédito corporativa y de allí podíamos debitar compra de tiquetes, pagar colegios, celular, restaurantes o gasolina. Y el saldo y movimientos los daban sólo por teléfono", aseguró una de las damnificadas.
Y agregó que, en algunas ocasiones, de allí pagaban cenas para clientes especiales y luego Interbolsa les reconocía hasta el 60 por ciento.
La última consignación fue en octubre, días antes del descalabro de Interbolsa. "Si nosotros hubiéramos sabido lo que estaba pasando, como dice mucha gente, habríamos sacado la plata", afirmó un alto ejecutivo de Interbolsa Medellín, y aseguró que todos sus compañeros de oficina tienen plata embolatada.
No hay rastro de la plata
Lo que les llama la atención es que Rodrigo Jaramillo, el destituido presidente de Interbolsa, alcanzó a retirar sus bonificaciones antes de que la comisionista fuera intervenida.
Efectivamente, aparece retirando 1.600 millones de pesos. También retiraron Jorge Arabia, vicepresidente financiero (935 millones), y Cesar Mendoza (100 millones). Este último, alto ejecutivo de Interbolsa, es el esposo de Inés Elvira Sinisterra, prima de Carlos Leyton Sinisterra, solicitado por EE. UU. en extradición por lavado de activos.
La preocupación de los afectados es que el liquidador de Interbolsa, Ignacio Argüello, les notificó que no existe ningún rubro de bonificaciones pendientes por pagar.
"Les dijimos cómo ubicarla en el balance, pero nos respondieron que no era justificable como acreencia laboral", le dijeron a EL TIEMPO cuatro de los damnificados.
Pero, en las últimas semanas, a quienes han accedido a dar por terminado su contrato les han incluido una nota en la que se dice que no pueden reclamar acreencias.
Sin embargo, la mayoría va a intentar solicitar la plata como acreencia laboral, para salvar algo de las jugosas bonificaciones que ofrecía la otrora poderosa Interbolsa.
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