A los colombianos nos gustan los tragos premium, es una cualidad que las importadoras de licor han sabido aprovechar en los últimos años. Además del interés y el mayor conocimiento en el tema de vinos, el mercado colombiano se ha surtido de nuevas marcas, muchas de alta gama, de vodkas, ginebras, tequilas, piscos y hasta cervezas.
En el caso del tequila, los representantes de Don Julio, afirman que solo en el año 2011, la venta de sus licores creció en el país un 96 por ciento con respecto al año anterior.
Por otro lado, el atractivo mercado colombiano hizo que empresas como Grant and Sons estableciera su base en Bogotá desde el año pasado y, que después de haber traído el tequila Milagro y la ginebra Hendricks, en el 2011, este año trajera el vodka Reyka y los whiskies The Balvenie y el Grants Cask Edition (Ale Cask), cuyo rasgo distintivo ha sido haberse añejado en barriles que antes contuvieron cerveza.
La producción local también presentó sus licores de lujo en el 2012. El ejemplo más sonado es el Ron Botero, de la Fábrica de Licores de Antioquia en homenaje al pintor Fernando Botero, una botella de 15 años de añejamiento, de la que solo se produjeron 100 mil unidades.
Además, la Licorera de Caldas lanzó el Ron Viejo de Caldas Gran Reserva Especial, hecho con mieles vírgenes (no melaza) y añejado a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, en toneles de roble colombiano.
Reyka, el único vodka de Islandia
Con la llegada de Reyka, el único vodka islandés, sus importadores promueven fórmulas de cocteles distintas a la mezcla con jugo de naranja. Elaborada con el agua más pura del mundo, destilada en un exclusivo alambique (el mismo que usa la Ginebra Hendricks), recomiendan probarla primero en estado puro o en las rocas, para hacer más visible sus diferencias con los vodkas ya conocidos. Después proponen mezclarla con un acompañamiento de tónica y soda (50 ml de cada una), con una rodajita de limón. Otra mezcla que va bien, según Andrés Felipe Palomá, de Grant and Sons, es Reyka y jugo de arándano. Este vodka se consigue en tiendas especializadas de Bogotá. Su precio varía entre 90.000 y 95.000 pesos. Está en restaurantes como Gordo, Astrid & Gastón, El Bandido y Rafael.
Delirium Tremens, con sus elefantes rosa
Su particular envase hace que la cerveza premium belga Delirium Tremens sea reconocida en los 40 países (incluido Colombia), a los que llega. Tiene 8,5 grados de alcohol y la leyenda dice que al beberla se pueden ver desde los elefantes rosados hasta los cocodrilos, dragones y pájaros de la célebre película de Hichcock que figuran en su etiqueta.
La Delirium, elaborada desde 1989 por la cervería belga Huyghe Breveri -tiene sus propios bares temáticos en distintas ciudades del mundo- y fue elegida como la mejor cerveza en el Campeonato Mundial de Cervezas del 2008. Llegó al país inicialmente para restaurantes en Bogotá (Bistronomy, The Beer Lounge, Ozy Pub y El Patio), Medellín y Cartagena. Se recomienda beberla en una copa grande tipo tulipan, donde su duradera espuma pueda apreciarse mejor.
The Balvenie, whisky artesanal
The Balvenie se precia de ser el whisky más artesanal de Escocia: la bodega que lo produce cultiva su propia cebada, hace el malteo y además tiene su propio herrero, sus maestros toneleros y cuenta con el malt master David Steward, respetado en el mundo de este licor. Tal como todos los whiskies, hay tres formas de degustarlo: con agua, con hielo y puro (lo que hace que se sienta más suave o fuerte en el paladar), aunque Stephan Lochbühler, embajador de la marca, admite que en las catas de lanzamiento, el público mostró preferencia por la mezcla con agua. Lo define como un whisky afrutado y elegante.
Liliana Martínez Polo
Cultura y entretenimiento
Fuente