Con 70 músicos sinfónicos, dirigidos por Ricardo Jaramillo, Santiago Cruz, cantante y compositor, pondrá 17 de sus canciones en sonido sinfónico.
Considera que este concierto, que será mañana en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, de Bogotá, es una “experiencia maravillosa. Desprenderse de la idea original, salir de la zona de confort y llevar las canciones a un lugar diferente, pero repleto de recursos, de texturas, es como poner esos temas a rendir un examen y verlos salir airosos e impregnados de esa solemnidad que da una orquesta de este formato. Ha sido un viaje muy bonito”.
Se podrán oír Cruce de caminos, No te necesito, Y si te quedas qué, Desde lejos, Baja la guardia y Lo que me quedó, entre otras, así como temas que Cruz confiesa que puso por “capricho”.
Uno de ellos es “Paracaídas, de mi segundo disco, Sentidos (2006), una canción que tengo clavada en el alma y que ahora, con el arreglo hecho por el maestro Jaques Morelenbaum, espero con ansias el momento de cantarla en el concierto”, comenta Cruz.
Además del brasileño Morelenbaum, los arreglos de las canciones para este formato estuvieron a cargo de los colombianos Juan Camilo Arboleda y Juan Andrés Otálora, “a quienes les pedí que se dieran licencias, que fueran donde los temas los llevaran, y veo que así lo hicieron, y lo corroboran, entre otras, Desde lejos, Aquellos días que viví y 6 a. m.”.
El cantautor publicó su primer disco en el 2003, titulado Solo hasta hoy, del que se destacaron los temas Una y otra vez y No mires atrás. En el 2006 salió Sentidos y en el 2008 participó en el trabajo Pombo musical, interpretando el tema musicalizado de Simón el bobito.
“Yo no la escogí. Carlos Vives (productor) me la asignó y me acordé de mi infancia, pues en mi casa la obra de Pombo estuvo muy presente, incluso mi abuela Elvia, la madre de mi madre, pintó en unas baldosas de cerámica varios de los personajes del poeta”.
Su álbum Cruce de caminos salió al mercado en el 2010 y en el 2011, A quien corresponda, uno de los más exitosos de su carrera
Por eso, esta propuesta sinfónica tiene un recorrido por lo que ha hecho en la música y esta vez, con instrumentos a los que se ha ido acercando. “Los chelos para mí tienen una personalidad muy especial, igualmente la flauta, el oboe y el fagot, su sonoridad me gusta mucho. Y ni hablar del piano en este contexto sinfónico, claro que el piano va bien en cualquier contexto”.
Sin importar el formato en que vaya, “siempre va a ser necesaria una canción. Este ha sido un mercado del LP y el casete que convivieron armónicamente; luego el CD, el mp3 y el streaming. En cinco años no sabemos qué va a pasar y aunque parezca una obviedad, en este negocio la materia prima son las canciones”, dice.
Por eso para él, la identidad, la autenticidad y la honestidad son fundamentales para presentar un proyecto artístico, y ese ha sido su intento permanente. “Soy cantautor, narro mi historia en mis canciones, y ese asunto vivencial de mi composición le da un prisma único, porque es mío”, concluyó.
¿Dónde y cuándo?
22 de febrero. 8 p. m. Teatro Jorge Eliécer Gaitán. Cra. 7.ª n.° 22-40, Bogotá. Informes: 593-6300 y www.tuboleta.
com. Boletas: 50.000, 100.000, 180.000 y 200.000 pesos
REDACCIÓN EL TIEMPO
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