Hace once años, Luis Pérez Gutiérrez logró ser elegido como alcalde de Medellín con la inusual propuesta de cambiar la fórmula de cálculo de las tarifas de servicios públicos para conseguir una rebaja considerable en los recibos de agua, energía y teléfono que pagan los habitantes de esa ciudad.
Y en los cuatro años de su administración logró obras importantes, como la construcción del Metrocable, del parque Explora y la red de bibliotecas públicas de la ciudad, que hoy son orgullo de los antioqueños.
Pese a todos estos logros, Pérez no logró hacerse reelegir en las elecciones del 2007, cuando fue derrotado por Alonso Salazar, el sucesor del proyecto político de Sergio Fajardo.
En ese entonces, jugó en su contra el hecho de que fueron publicados escándalos sobre supuestas irregularidades en la contratación durante su administración, como la compra de vajillas y la contratación de vuelos chárter.
Ahora, pese a las críticas del pasado, Luis Pérez Gutiérrez busca la revancha frente a un candidato que no es el sucesor de Fajardo y Salazar, pero que quiere posar como tal: Aníbal Gaviria, el aspirante del Partido Liberal.
"Toda película tiene su fin y, en el caso mío, todas las investigaciones que me hicieron comprobaron que no cometí irregularidad alguna en la administración de la ciudad. Todo hizo parte de una leyenda, que ya tuvo su fin", dice Pérez, quien se inscribió con el apoyo de 525 mil firmas.
Tiene posibilidades de ganar? La última encuesta de Datexco, publicada por ELTIEMPO.COM, mostró que entre él y Gaviria existe una diferencia de 13 puntos, a favor del candidato liberal. Por supuesto, es un sondeo que no le gusta a Pérez, quien dice tener consultas internas en las que aparece ganador. Cuáles? Son reserva de campaña.
Pero más allá de los sondeos de opinión, Pérez parece haberse armado de otros elementos para dar la pelea, como una artillería de argumentos entre los que destaca que el continuismo ya no jugará en su contra sino a favor.
"En Medellín hay 700 casas de vicio y los programas de reinserción fueron cambiados de tal manera que hoy dejan serias dudas sobre su efectividad. Quién responde por esto? La extorsión está disparada: se les cobra vacuna a los conductores de buses, de motos y hasta se pide visa para ingresar de un barrio a otro", reclama.
Como antídoto, ofrece un programa de creación de empleos de choque con los que espera emplear a unos 20.000 jóvenes en trabajos como la separación y disposición de basuras, el mantenimiento de escuelas, la limpieza de quebradas, entre otros. Todo esto, con la pregunta de siempre: Será una propuesta lo suficientemente atractiva como para que los jóvenes delincuentes dejen la criminalidad?
Jorge Giraldo, analista político y profesor de la Eafit, sostiene que Pérez tiene en su contra que no obtuvo el aval de ningún partido político de la ciudad, lo que demuestra que "es un candidato retro", frente al modelo que ha adoptado Medellín en los últimos años.
Pérez y otros analistas no lo ven así y estiman que el candidato se puede presentar como el aspirante independiente, como de hecho lo ha venido insinuando cuando recuerda lo que él ha llamado "los contactos positivos" con los 525 mil ciudadanos que firmaron por su aspiración.
Aunque no tiene el aval de partido alguno, el contendor de Gaviria cuenta con dos respaldos importantes: Liliana Rendón y Olga Suárez Mira, dos de las principales electoras de la región. Además, se menciona que así como Sergio Fajardo y Aníbal Gaviria hicieron un pacto político para quedarse con la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín, Pérez hizo lo propio con Álvaro Vásquez, aspirante conservador al principal cargo del departamento.
Pérez se muestra tranquilo, dice que no quiere polemizar y que su campaña estará basada en propuestas para transformar a la ciudad: como construir una autopista de segundo piso en la avenida oriental con vías rápidas a las que se podría acceder previo pago de una tarifa o la creación de un secretaría del empleo o centro mundial de negocios agropecuarios.
Pero analistas, Jorge Iván Bonilla, estiman que la presencia del venezolano J.J Rendón, considerado por algunos como el rey de la propaganda negra en campaña, puede desatar una fuerte controversia en Medellín por el manejo que se les pueda dar a algunas informaciones.
De hecho, en las redes sociales, como Facebook y Twitter, ya empezaron a circular versiones que cuestionan a algunas de las actuaciones de su rival. Una de estas hace referencia a las declaraciones que entregó Ernesto Báez a El Espectador, el pasado 7 de agosto, en las que menciona un supuesto apoyo a Gaviria, en su pasada campaña a la Gobernación de Antioquia.
"Indudablemente, él fue gobernador de Antioquia gracias a la colaboración de las Auc. Tengo pruebas concretas para demostrar que no estoy en su contra: mis reuniones con él, con sus delegados, el apoyo, mi determinación de, meses antes de las elecciones del 2003, de abandonar mi apoyo a Rubén Darío Quintero, también candidato, para entregárselo a Galán", es la declaración de Báez, que ha sido rechazada por Gaviria.
Pérez niega que vaya a hacer una campaña negativa y rescata que J.J. Rendón fue el asesor del presidente Juan Manuel Santos, en una campaña "absolutamente estratégica y transparente". Sostiene, además, que no atacaría a Gaviria, pues es solidario con la tragedia que ha vivido su familia: su hermano Guillermo Gaviria fue asesinado por las Farc, tras un penoso secuestro en el 2003.
Serán dos meses de ardua campaña. Hace cuatro años, perdió por 20.000 votos después de liderar las encuestas de opinión y tuvo que guardar en el cajón de los odios toda la frustración que le produjo este revés. Ahora, parte de segundo en los sondeos y tiene la esperanza de revertir esa tendencia en las consultas telefónicas aleatorias y, por supuesto, en las urnas. Lo logrará?
JOS ANTONIO SÁNCHEZ
SUBEDITOR ELTIEMPO.COM
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