Galán, jefe de Cambio: jugada maestra, pero de doble
Primero que todo montó a Galán, candidato a la Alcaldía de Bogotá, en un escenario que le va a tributar mayor reconocimiento en un momento clave para sus intereses, por su mayor exposición mediática. Esto es una ventaja fáctica sobre sus adversarios.
Una cosa era Carlos Galán como uno más de los 12 candidatos a la Alcaldía de Bogotá y otra será como cabeza de uno de los cinco principales partidos políticos del país, integrante además de la Mesa de Unidad Nacional.
Su ingreso a la presidencia de Cambio Radical le da más jerarquía, cosa que lo favorece de inmediato electoralmente. Lo ubica como un líder con responsabilidad nacional, con la capacidad de tomar decisiones que benefician o afectan a toda una organización.
Pero el hecho de que Galán haya llegado a la cima de Cambio Radical descalificando candidatos contaminados le pone un valor agregado. Lo muestra como un dirigente con capacidad para limpiar, para expulsar de sus filas a gente que no cumple con los requisitos éticos mínimos del partido para representarlo.
Solo esto explica que el mismo día que llega al partido niegue 161 avales.
El otro hecho significativo es que el jefe natural de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, recupera el control de un partido que se le estaba desmoronando. Que se le estaba saliendo de las manos.
El duro timonazo dado a través de Galán, le permite depurar las listas y dejar al partido con lo mínimo necesario para mantenerse vivo y sin los problemas que tendría para el ministro de la política tener unos dirigentes elegidos con serios cuestionamientos dentro de su propia organización.
Y lo hace con un hombre que, como Galán, representa, no obstante su condición de delfin, una nueva generación de la política.
Aunque es difícil de probar, es casi imposible que Galán haya llegado a esa posición sin la autorización expresa de Germán Vargas Lleras. Es, además, una de las jugadas que lo identifican: un hombre con capacidad de sorprender y de asumir altos riesgos.
Pero si Galán no logra hacer los cambios que le encomendaron, si el mensaje que queda es que no pudo limpiar el partido, esto impactará de manera negativa su campaña por la Alcaldía. Podría estropear sus aspiraciones al primer cargo de la ciudad. Tiene plazo hasta las 6 de la tarde de hoy.
EDULFO PE A
EDITOR POLTICO EL TIEMPO
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