El ex congresista Germán Olano, uno de los detenidos por el escándalo de la contratación en Bogotá, aceptará ante la Corte Suprema de Justicia que recibió dinero a cambio de mediar en la adjudicación de obras a favor de los empresarios Nule, y se acogerá a sentencia anticipada.
Olano es el segundo implicado en el escándalo que admite su culpa -el primero fue el ex subdirector jurídico del IDU Inocencio Meléndez- y su confesión la hará en una audiencia de formulación de cargos programada para el próximo jueves y que será presidida por el magistrado Javier Zapata, de la Sala Penal del alto tribunal.
La defensa de Olano señaló que, en la audiencia, este admitirá su responsabilidad en el delito de cohecho, pero negará su participación en el de celebración indebida de contratos, el otro cargo por el que es procesado.
El ex congresista fue detenido hace cuatro meses por orden de la Corte Suprema, que lo investiga por su presunta actuación como "garante" del acuerdo al que supuestamente llegaron los primos Nule con el senador Iván Moreno -preso en La Picota- y su hermano Samuel -el suspendido alcalde Bogotá- para el pago de comisiones a cambio de la asignación de contratos.
Por estos servicios, señalan los magistrados, los Nule acordaron darle a Olano 1.750 millones de pesos. Sin embargo, terminó recibiendo solo 500 millones.
En su indagatoria, admitió haber recibido ese dinero como una contribución para su campaña política, pero la Corte le siguió el rastro y encontró que parte se utilizó para pagar un apartamento en el norte de Bogotá y no solo para su campaña al Senado en el 2010.
Además, Miguel Nule le dijo al alto tribunal que el dinero era en realidad el pago que le hizo al ex congresista por haber mediado en la entrega del contrato 137 de la Fase III de Transmilenio. La obra fue la que después generó la caída del imperio que montó con su hermano Manuel y su primo Guido, debido a problemas financieros de los contratistas.
La Corte reconstruyó esa adjudicación. En su testimonio -y en una grabación que entregó y que los magistrados admitieron como prueba-, Nule dijo que Olano, con quien se conocía desde el 2006, llegó una noche a su apartamento en compañía del contratista Julio Gómez y dijo que este podía hacer que les "adjudicaran el contrato (de Transmilenio), pero que había que pagarle una comisión".
Se pactaron 3.500 millones de pesos. Según Nule, a Gómez le dieron 1.750 millones a través de un contrato ficticio con una de sus firmas (Costco). Supuestamente la firma que propuso Olano, Prodecol, no fue aceptada por la interventoría y por eso terminaron dándole solo 500 millones en efectivo. Parte de ese dinero, dijo Nule, iba para el ex contralor Miguel Ángel Moralesrussi, preso en La Picota.
Olano también admitió ante la Corte que fue él quien presentó a Gómez a los primos Nule. Esa relación, dijo, "le abrió las puertas a Miguel Nule en Bogotá".
Esto ha comprometido aún más la situación de Julio Gómez, quien, al igual que el contratista Emilio Tapia, fue llamado por la Fiscalía a responder por su presunta responsabilidad en el escándalo.
Para la Corte, "es evidente el acuerdo entre el ex congresista Olano, los contratistas que conforman el Grupo Nule y Julio Gómez para lograr la adjudicación indebida de los contratos del IDU y el pago de comisiones o coimas a los funcionarios encargados de dicho trámite".
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