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Aunque en ellos no viven reyes ni reinas, en Bogotá existen nueve palacios, ubicados en el centro de la ciudad (vea aquí una galería fotográfica de los palacios).

Estas estructuras se destacan por su riqueza arquitectónica neoclásica y renacentista. "Se reconocen por la magnificencia de su decoración, su tamaño y por corresponder, históricamente, a viviendas familiares de apellidos muy importantes de Bogotá", dice Gabriel Pardo García-Peña, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, entidad que suministró los datos históricos para este artículo.

Por el contrario, el historiador y arquitecto Alberto Escovar piensa que en la capital no existen palacios, porque no son habitados por personajes de la alta nobleza. "Aquí, les dieron nombres de palacios para sumarles divinidad a edificios que solo inspiran respeto", dice.

Está en la avenida Jiménez con carrera 7a. Este palacio fue construido sobre los antiguos terrenos del Claustro de San Francisco. Su diseño, de estilo arquitectónico neoclásico, estuvo a cargo del francés Gastón Lelarge y fue construido por el colombiano Alberto Manrique Martín. Su edificación se hizo entre 1918 y 1933. Actualmente, es sede de la Universidad del Rosario.

Está ubicado a la derecha de la Catedral Primada, en la Plaza de Bolívar, y fue construido en 1953 sobre los terrenos del antiguo edificio de la Real Aduana o Casa de los Portales. Su diseño correspondió al español Alfredo Rodríguez Orgaz y lo edificó la firma Esguerra, Sáenz, Urdaneta, Suárez. De este palacio se destaca la puerta principal, creación del escultor italiano Ludovico Consorti.

Se puede admirar en la calle 10a. con carrera 5a. Es, posiblemente, el palacio más antiguo de la ciudad y aunque, en principio, su construcción, en el siglo XVII, no tuvo la idea original de palacio, poco a poco fue tomando esa característica. Fue casa presidencial hasta 1908 y actualmente es la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Ubicado en el costado norte de la Plaza de Bolívar. El primer Palacio de Justicia fue incendiado el 9 de abril de 1948 y en los años 70 se construyó el segundo, con un lenguaje totalmente moderno, pero también fue objeto de un ataque terrorista del M-19, en 1985. Para desgracia de la arquitectura bogotana -señala el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural-, se construyó el actual palacio, un edificio cuyo diseño fue realizado por el arquitecto Roberto Londoño en 1991 y el cual no le aporta a la estética circundante.

Está ubicado en el costado occidental de la Plaza de Bolívar. El diseño de la estructura estuvo a cargo de Gastón Lelarge y Julián Lombana y vio la luz entre 1902 y 1905. En un comienzo, se llamó Palacio Municipal y se creó para reemplazar el edificio conocido como Galerías Arrubla, que se incendió en 1900 y en el cual se guardaba el archivo del cabildo de Bogotá desde 1538. Su propietario fue el ingeniero Indalecio Liévano, y de ahí su nombre actual. En la actualidad, allí funcionan la Alcaldía de Bogotá y algunas oficinas del despacho distrital.

Los visitantes lo pueden ver en el costado sur de la Plaza de Bolívar, detrás de la sede del Congreso. Su construcción se dio en 1974, hacia el costado occidental del Palacio de la Carrera (antigua sede presidencial). Este palacio se hizo por iniciativa del gobierno de Alfonso López Michelsen (1974-1979), ya que se consideraba que el antiguo Palacio de la Carrera y el de San Carlos no estaban a la altura de una casa presidencial. Para su construcción, fueron demolidos los inmuebles de dos manzanas entre las calles 9a. y 10a. y las carreras 7a. y 8a., de las cuales solamente se conservó el Observatorio Astronómico. Por medio de un sistema de patios y jardines, se une al Capitolio Nacional.

Este palacio, en la carrera 8a. con calle 9a., es un hito en la historia de la arquitectura bogotana. Lo diseñó el francés Gastón Lelarge y se edificó, con estilo del Renacimiento francés, entre 1900 y 1914. Su dueño fue el antioqueño Gabriel Echeverri -de ahí su nombre-. Allí funciona el Ministerio de Cultura.

Situado en la calle 9a. con carrera 9a. Fue construido entre 1920 y 1926 por obra de Alberto Manrique Martín. El edificio se destaca por su lenguaje neoclásico y porque la parte superior de su pórtico está coronada por dos esculturas de Félix María Otálora.

Localizado en la calle 7a. con carrera 7a. En 1906, durante el gobierno de Rafael Reyes, se demolió el inmueble que había sido la casa natal de Antonio Nariño y se construyó uno nuevo para albergar el palacio presidencial. La obra neoclásica estuvo a cargo de Julián Lombana y de Gastón Lelarge.

CARLOS GUEVARA
EL TIEMPO

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