Qué tiene la Ley de Víctimas de Colombia para que el Secretario General de la ONU decida apoyarla con su presencia?
Con gusto he participado como testigo de la ceremonia de firma de esta ley por los derechos de las víctimas y la restitución de tierras. Alabo de corazón el liderazgo del presidente Santos y la participación y el apoyo de los líderes del Congreso. Para promover la reconciliación hay que enfrentar desafíos, reconocer los derechos de las víctimas. Esta es la mejor manera de hacerlo.
Sé que, durante las últimas cinco décadas, los colombianos han padecido tantas dificultades y desafíos: amenazas, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, niños y mujeres reclutados por los grupos armados... todas estas son situaciones en extremo inaceptables. He oído tantas historias tristes, trágicas, en mis reuniones con miembros de la sociedad civil, con representantes de las víctimas, con organizaciones sociales, y eso me lleva a creer que lo primero que hay que hacer es enfrentar los desafíos de esas víctimas y promover la reconciliación para avanzar hacia un terreno más firme, hacia una sociedad más armoniosa. (Lea un perfil de Ban Ki-moon)
La ONU va a jugar algún papel en la búsqueda de recursos o en la asistencia a Colombia en la aplicación de esta ley?
Eso es un tema doméstico, y estoy seguro de que el Presidente y los líderes del Congreso están listos para movilizar los recursos necesarios. Pero la ley en sí misma no es suficiente. Debe ser implementada y así lo dije en mi discurso. Por supuesto que Naciones Unidas, con su equipo en el país, va a coordinar sus esfuerzos para proveer asistencia técnica. Tenemos buenas experiencias ayudando a promover la reconciliación en otras partes del mundo. (Lea algunos datos curiosos sobre Ban Ki-moon)
Los colombianos sentimos que el país atraviesa un momento histórico. Comparte usted esa mirada?
Colombia es un integrante muy importante de Naciones Unidas. Tiene recursos naturales tan ricos, gente tan educada, es un país líder. Por supuesto, hay problemas: desigualdad, pobreza, pero creo que el país se mueve por el camino correcto hacia los objetivos del milenio. El presidente Santos ha estado ganando espacio político y diplomático y ha elevado su perfil al mejorar la relación con Ecuador y Venezuela. También, al facilitar las reuniones que llevaron a Honduras de vuelta a la OEA. Creo que todo esto ha sido beneficioso y ha elevado el perfil del país y expandido considerablemente su horizonte diplomático.
Cómo ve hoy el proceso de desmovilización de los paramilitares? La ONU alguna vez dijo que la Ley de Justicia y Paz no satisfacía completamente los estándares internacionales.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos expresó esas preocupaciones. Creemos que hay que atender las violaciones de derechos humanos, debe garantizarse que no habrá impunidad. Para Naciones Unidas es un asunto de principio que en situaciones de amnistías, sean jurídicas o políticas, debe haber un proceso claro.
Podría Naciones Unidas mediar ante Estados Unidos para que haya un acceso más ágil a los líderes paramilitares extraditados para buscar verdad y reparación para sus víctimas en Colombia?
Eso es algo que debe ser discutido en diálogos bilaterales. Confío en que las autoridades colombianas discutirán el tema. (Vea el especial multimedia de la sanción de la Ley de Víctimas)
Qué piensa del reconocimiento de la existencia de un conflicto armado en Colombia?
Creo que lo que el presidente Santos ha hecho al reconocer la existencia de un conflicto es tratar de enfrentar los hechos de su país. Es importante reconocer las cosas como son: su interpretación correcta, factual. Es lo que creo. Sé que en Colombia la situación se vio marcada en un momento por el influjo del narcotráfico y por la lucha contra los narcotraficantes, pero cualquiera que sea la situación, es importante que la gente y el Gobierno la enfrenten basados en realidades, en hechos. Es mi entender y apoyo al presidente Santos en su voluntad de reconocer este hecho.
Colombia vive una tragedia por cuenta de la que parece ser la peor temporada de lluvias en su historia. Cuál podría ser el papel de Naciones Unidas frente a este tema?
Estoy profundamente conmovido por los daños causados por las inundaciones. La ONU ha tratado de movilizar su sistema de asistencia humanitaria y de manera inicial hemos destinado más de 20 millones de dólares y estamos en el proceso de trasladar más recursos. También hemos desplegado ayuda inmediata a través de nuestro Equipo de Respuesta de Emergencia en la región. Voy a visitar algunas de las áreas afectadas con el presidente Santos y vamos a ver de qué manera Naciones Unidas puede hacer más.
Todo esto nos deja varias lecciones. Hoy en día, el mundo se ve golpeado por desastres naturales muy frecuentes y patrones de clima extremos: inundaciones severas, como estas que ustedes experimentaron, y largos períodos de sequía, huracanes y tsunamis... Todo esto hace necesario, primero, tomar acciones urgentes en el ámbito internacional para enfrentar y mitigar el fenómeno del cambio climático. También tenemos que prepararnos para minimizar el riesgo causado por desastres naturales. Naciones Unidas ha convertido en una de sus prioridades la promoción de políticas reforzadas de preparación para el manejo de desastres.
En esta nueva era de entendimiento y cooperación entre Colombia, Venezuela y Ecuador, cuál sería su recomendación con respecto a la necesidad de acciones contra el tráfico de drogas en la frontera?
Primero que todo, encuentro encomiable la iniciativa diplomática del presidente Santos para normalizar las relaciones con Venezuela y Ecuador. Creo que es algo sumamente elogiable. Los países vecinos deberían promover políticas de convivencia armoniosa. La cooperación regional es algo en extremo importante, no sólo en el plano político, o de seguridad, sino en cuanto a que le brinda sostenibilidad al desarrollo. Sin la ayuda y la cooperación de los países vecinos sería en extremo difícil. En el tema de la lucha contra el narcotráfico, esto resulta particularmente serio. La comunidad internacional, liderada por la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), ha estado pendiente de este asunto. La ONU trabaja de manera coordinada, no sólo con Colombia, sino con otros países de la región. Esto requiere cooperación regional, sin eso será muy difícil enfrentar el tema del narcotráfico.
La ONU ha seguido muy de cerca el triste episodio de los falsos positivos. Cuál es su mirada sobre el tema y cuáles sus recomendaciones?
Su país ha pasado situaciones muy difíciles, pero creo que con la firma de esta ley histórica tienen una buena oportunidad de encarar todas esas fechorías del pasado, a través de un proceso de establecimiento de responsabilidades. Necesitamos fortalecer el sistema judicial, proteger a jueces, fiscales y oficiales de seguridad. Debemos aprender de las malas acciones del pasado para asegurarnos de que nunca se repitan esos hechos.
Una comisión independiente hizo un llamado global por un nuevo enfoque de la lucha contra las drogas que sugiere, incluso, que se prueben modelos de legalización. Cree usted que esas son propuestas viables?
Me reuní con el ex presidente Cardoso (Fernando) de Brasil y con otros miembros de su comisión, entre ellos el ex presidente colombiano César Gaviria. Recibí sus recomendaciones y acojo de buen agrado la participación activa de la sociedad civil. Las Naciones Unidas seguirán analizando sus recomendaciones, pero este es un tema liderado por la UNODC y necesitamos estudiar sus propuestas.
Qué lo llevó a decidir buscar un nuevo período en la Secretaría General de la ONU?
Por cuatro años y medio he manejado temas y desafíos globales: cambio climático, pobreza, temas de salud, empoderamiento de la mujer, así como muchos conflictos regionales... Pero hay todavía tanta gente en el mundo cuyos derechos humanos son violados; ustedes lo han visto en su propio país. Sigue pasando. Así que creo que debemos continuar nuestro trabajo. No es solo el trabajo del Secretario General. Yo soy apenas uno de muchos líderes mundiales y necesito el apoyo decidido de todos: no solo de jefes de Gobierno, sino de líderes económicos, cívicos, filantrópicos, de todos. Podemos actuar juntos para elevar las expectativas y enfrentar los desafíos.
Tenemos que encarar el cambio climático, sacar a miles de millones de personas de la pobreza y promover la igualdad de géneros y preparar a las nuevas generaciones para que tengan de verdad una oportunidad decente. Son retos formidables y me siento listo para servirle a esta organización si los miembros así lo deciden. Mi filosofía y mi compromiso permanecen iguales. Pero si me dan un segundo mandato estaría más motivado, más comprometido a trabajar todavía más duro para lograr todos estos objetivos.
ROBERTO POMBO
DIRECTOR DE EL TIEMPO
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