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Una historia de muerte en una noche de rumba, que hace recordar la del estudiante de la universidad de Los Andes Luis Andrés Colmenares, parece repetirse en Medellín.

Esta vez, la víctima fue el empresario antioqueño Alejandro Alzate, quien en la madrugada del sábado fue hallado por su madre gravemente herido en un sector industrial del occidente de esta ciudad.

Alzate, de 34 años, murió luego de ser llevado con múltiples contusiones en su cuerpo a un hospital del centro de Medellín.
Murió a eso de las 10 de la mañana del mismo día.

Cuentan allegados a la víctima, quien era propietario de negocios de licores y ganadería, que el viernes 13 de enero él salió con una amiga suya y el novio de ella.

Pararon en un bar. Allí, los tres consumieron licor y, según los empleados del sitio, protagonizaron algunos escándalos.

"Los dos hombres discutieron y uno de ellos pagó la cuenta. Luego salieron y en las esquina del bar se seguían escuchando gritos, como si fuera una pelea", explicó uno de los empleados del lugar.

Según Astrid Merino, madre de Alzate, ella recibió una llamada después de las 2 de la mañana. Era un hombre que se identificó como Andrés (el novio de la amiga) y quien le dijo que su hijo estaba herido tras haberse caído y golpearse en la cabeza.
"Cuando llegué, dijeron que lo habían dejado en el lugar porque no quiso irse en un taxi y que ellos, después de caminar unos metros, sintieron un golpe y por eso se devolvieron", manifestó extrañada, porque los acompañantes de su hijo no lo llevaron al hospital ante la gravedad de sus heridas.

Según Merino, su hijo tenía sangre en la cara y muchos moretones y aseguró haberlo subido sola a un taxi para llevarlo a una clínica.

"Ayúdenme, ayúdenme, es que no me van a ayudar? Me duele mucho", fueron las expresiones del empresario antes de llegar a las 4 de la mañana al centro hospitalario.

Aunque la versión de los acompañantes de la víctima fue que este se peleó con uno de ellos en el bar, los empleados del establecimiento aseguraron que allí hubo una discusión, pero no golpes.

La Fiscalía investiga por qué el hombre perdió la billetera, pero conservaba su reloj y sus teléfonos celulares.

Según diagnósticos preliminares, la víctima murió de dos paros cardiacos producidos por las múltiples heridas en el cuerpo. Su familia, por otro lado, exigió que se investigue a fondo el caso, pues no creen que sea un accidente.

MEDELLN