Quién sí se llama en la Alcaldía de Bog
Está tan de moda el programa de buscar al doble perfecto de afamados cantantes, que no resistí la tentación de crear el mío para hallar, en la Alcaldía, al 'yo me llamo' que por sus acciones más se parece al cargo para el que fue elegido, es decir, al funcionario ideal que necesitan nuestras vapuleadas entidades públicas.
Empecemos: Guillermo Jaramillo. No parece médico. Es médico y de los reconocidos. Ha destapado entuertos, ha hecho visitas sorpresivas para ver cómo se atiende a la gente en los centros de salud y puso en marcha la selección técnica de gerentes de hospitales. Sí se llama Secretario de Salud.
Antonio Navarro. Arrancó con bríos, les ha puesto la cara a temas complejos como la relación con el Concejo y soportó con estoicismo la andanada de críticas por ofrecer cargos a cambio de apoyo para el Alcalde. No rehúye debates y, aunque se le vio ausente en la crisis de TransMilenio, sí se llama Secretario de Gobierno.
Carlos García. Tiene una hoja de vida brillante. Está montado en el toro más bravo de la Alcaldía. Hasta Peñalosa habla bien de él. Pero algunos colegas de gabinete le quieren pasar cuenta de cobro por sus posiciones moderadas y técnicas. La falta de reconocimiento ante la gente y haber dejado ir a los mejores técnicos que tenía lo dejarían en situación de riesgo, pero creo que la ciudadanía le da un voto de confianza y por ahora se sigue llamando gerente de TransMilenio (TM).
Guillermo Asprilla. Exmilitante del M-19. Cercano a Petro, demasiado, según algunos. De línea dura, poco conciliador y crítico de TM. Lo suyo son los servicios públicos, pero aún no se le conocen decisiones importantes ni anuncios prometedores. Pese a estar lidiando con los recicladores, no hay avances en el esquema de basuras y la ciudad sigue sucia, como en tiempos de la EDIS. No se llama gerente de la Uaesp.
Polo Ávila. Vinculado a la seguridad privada desde hace años. Como muchos de sus colegas, puso espejo retrovisor y encontró contratos que son objeto de investigación. Su salida fue abrupta, no se sabe si por salud o por no acreditar títulos. Mejor dicho, este exgerente del Fondo de Seguridad no solo no se llama, sino que a estas alturas ¡se llamaba...!
María Fernanda Rojas. Se echó al hombro la entidad más cuestionada. Le salió bien la peatonalización de la 7a. y anunció que ya tiene listas las obras de la troncal 10a. y 26. Sin embargo, la gente le cobra la demora en reabrir la Circunvalar y brillan por su ausencia anuncios claves en obras públicas. A juzgar por lo que dicen los implacables ciudadanos, desesperados con sus calles rotas, Rojas estaría en situación de riesgo.
Gustavo Petro. Hacía muchos años que un Alcalde no generaba tantas pasiones a favor y en contra: que es terco, que no reconoce errores y que sorprende a sus funcionarios con declaraciones inconsultas. Le critican sus odios pasionales y creen que no está gobernando, sino legislando y 'tuiteando'. Pero sacó adelante la gratuidad del agua, se la ha jugado por un subsidio del transporte público, acepta las controversias, ya tiene Plan de Desarrollo y empezó a implementar soluciones para TM. Por ahora se sigue llamando Alcalde. O como él prefiere que le digan: @petrogustavo.
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Ernesto Cortés Fierro
Editor Jefe EL TIEMPO
@ernestocortes28
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