Al menos dos codirectores del Banco de la República votaron en la pasada junta directiva del 29 de junio por bajar las tasas de interés, frente a uno que lo hizo en la junta de mayo, lo que hace prever un debate aún más cerrado en la próxima reunión, que será el 27 de julio.
En mayo, ante los datos que comenzaban a mostrar que la economía colombiana aflojaba, el codirector Carlos Gustavo Cano puso el tema sobre la mesa y votó por que los intereses bajaran.
En junio, el mismo Cano y uno o dos más de los directivos del banco central votaron por una rebaja de 0,25 puntos.
Crece apoyo
De esta manera, aunque la decisión mayoritaria ha sido mantener las tasas en 5,25 por ciento, el apoyo a bajarlas crece rápidamente o, como lo comentan analistas del Banco de Bogotá, hay "un fraccionamiento quizá más fuerte que el anticipado".
De hecho, la balanza se podría seguir inclinando si se tiene en cuenta que en la reunión de junio aún no se conocía que la industria tuvo su segunda caída mensual consecutiva después de 30 meses de crecimiento, que las ventas del comercio al por menor bajaron por primera vez en 31 meses o que las exportaciones crecieran en mayo solo 1,2 por ciento, frente al mismo mes del 2011, luego de que el año pasado llegaron a aumentar hasta 55 por ciento.
Según los codirectores, "frente al trimestre anterior también se presentó una desaceleración pues el PIB pasó de crecer en términos anualizados de 5,1 por ciento al final del año anterior a 1,1 por ciento en el primer trimestre".
Ante estas señales, Cano cree que es mejor actuar pronto que tarde, pues una de las virtudes de la política monetaria es que es anticipatoria y mira siempre hacia adelante.
Algunos analistas habían previsto que un cambio de postura en la política no se daría hasta antes de septiembre, pero con lo ocurrido en la última junta y develado en las minutas de esa reunión, es muy probable que la baja en la tasa de intervención se anticipe más de lo esperado.
Las 7 caras de la desaceleración
1. La crisis internacional comienza a afectar el desempeño de los países emergentes, incluido Colombia.
2. Se perciben menor demanda y precios más bajos de las exportaciones.
3. Lo anterior ha llevado a una caída de la producción industrial y la agricultura, claves en la generación de empleo.
4. La inversión crece menos. De 14,2 por ciento anual en el último trimestre de 2011 pasó a 8,3 por ciento en el primero de 2012.
5. Las obras civiles bajaron un sorpresivo 8,1 por ciento en el primer trimestre.
6. Desacelera el consumo de hogares, aunque sigue alto.
7. Se frena el aumento de las exportaciones.
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