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En medio del inconformismo de un grupo de ciudadanos que, a la vez, representan a varios sectores de Mompox, esta población bolivarense recibió ayer del Ministerio de Cultura varias de las obras de restauración de su centro histórico. (Galería de fotos de cómo por modernización se perdería legado histórico en Mompox).

De acuerdo con el grupo de inconformes, del que hacen parte miembros de la Academia de Historia, artesanos, arquitectos, profesores, el párroco, abogados, dirigentes políticos y habitantes del centro histórico, la renovación está, de alguna manera, "borrando el legado cultural". Dicen estar defendiendo "el desarrollo armónico de la ciudad".

Se quejan particularmente de que las obras en la Plaza de la Concepción -sitio donde se dice que fue fundada Mompox- y en la calle San Juan no respetan los valores de la arquitectura tradicional momposina. Y denuncian que hay un control deficiente de parte de la interventoría. (Lea también: El pueblo pierde su encanto)

Arnoldo Toscano, comandante del Cuerpo de Bomberos de Mompox y uno de los denunciantes, señala que los rediseños van claramente en contravía del título de Ciudad Patrimonio que tiene Mompox.

El contrato para la intervención del centro histórico es de 2 mil millones de pesos, y entre las obras que critican está una serie de estructuras de hierro, que estarían "alterando el entorno colonial de la Plaza de la Concepción, al igual que los postes separadores, también de fabricación industrial. (Vea una galería del peligro que corre el legado histórico de Mompox)

De acuerdo con otro de los inconformes, el problema de la intervención es que está cambiando el concepto de plaza que tenía La Concepción, y la está convirtiendo en una especie de parque pequeño.

"No tenemos nada en contra de los contratistas ni del Ministerio, pero no podemos aceptar que se rompa con el equilibrio histórico que tiene nuestra ciudad, que hace que no se parezca a ninguna otra ciudad histórica".

Las bancas que se están ubicando alrededor de la plaza también son de hierro y, según los denunciantes, tienen un concepto de amoblamiento de ciudades como Bogotá o Medellín, que en nada se parecen al legado colonial de Mompox.

Otra de las quejas tiene que ver con los árboles que se están plantando, que serían provenientes de la montaña y no de la zona de la Depresión Momposina, como el ébano.

El malestar pasa también por los trabajos en el adoquín, cuyo material principal es el concreto, que "no va con la zona colonial".

Sobre la supuesta alteración del legado cultural, la ministra de
Cultura, Mariana Garcés, sostiene que las obras contaron con el visto bueno de dos miembros del Consejo Nacional de Patrimonio: Liliana Bonilla, exdirectora de Colcultura y "una de las grandes urbanistas del país", y Rodolfo Ulloa, de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, que es de Bolívar.

Por eso, no ve problema en que el contratista sea una oficina de arquitectos jóvenes de Medellín, Opus, que obtuvo el contrato en un concurso abierto.

Pero los denunciantes, que se han quejado en varias oportunidades ante el Ministerio de Cultura, piden suspender la aplicación de los adoquines en concreto y los andenes en tableta de gres tipo Moore o similar, lo mismo que las bancas y carpas, hasta que se revise el diseño, "con el concurso de personas con el suficiente conocimiento técnico, histórico y tradicional".

De igual manera, instaron al Ministerio a finalizar las obras de restauración del edificio del mercado, iniciadas en la década de los 90, que, al igual que la consolidación de la muralla, son prioritarias para Mompox.

En medio de las críticas, la Ministra de Cultura dice estar tranquila y haber hecho las cosas de cara a los momposinos.

El Ministerio responde a tres inquietudes sobre el cambio

Qué opina el Ministerio de la inconformidad momposina con las obras?

Hemos contado con un gran apoyo de la ciudadanía, así como de la administración municipal. A través de redes sociales, la comunidad ha manifestado respaldo y confianza y ha reconocido como positiva la recuperación de la Plaza de La Concepción.

Por qué están poniendo bancas de hierro y adoquines de fabricación industrial que, según los críticos, rompen con la tradición momposina?

Los adoquines obedecen a la intención de preservar la lectura espacial de las calles, que históricamente se conformaban con andenes en ladrillo de arcilla de fabricación local y vías en tierra.
Por eso, el proyecto hace evidente la diferencia entre los andenes, que actúan como basamento de las construcciones, y las vías, que hacen referencia al color de la tierra depositada por los sedimentos del río.

No están sembrando árboles nativos?

La vegetación sí corresponde a especies nativas. Hay nueve árboles: dos robles o guayacanes rosados, tres ébanos, una ceiba bonga y tres palmas amargas. Además de los beneficios en confort climático y calidad escénica de la plaza, la vegetación refuerza esa idea de patio interior de carácter urbano.

Juan Carlos Díaz M.
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena

• El pueblo pierde su encanto/ Opinión