Policía pide mantener la veda de venta de licor
Una petición formal a la Alcaldía para mantener la veda de la venta de licor en toda la ciudad hizo la Policía Metropolitana.
La solicitud se basó en las cifras comparadas del primer semestre del 2011, en el que no existía la medida, con el mismo lapso de este año, cuando el decreto 263 del 2011 les impidió a unos 80.000 establecimientos vender bebidas embriagantes entre las 11 p.m. y las 10 a.m. del día siguiente.
La Policía insiste en que gracias a esta restricción y a estrategias como el plan Cuadrantes se logró disminuir el homicidio en un 16 por ciento; las lesiones personales, en 23 por ciento, y las muertes por accidentes de tránsito, en 10 por ciento.
"En cualquier lugar se puede adaptar un garaje para vender licor y esa restricción nos ayuda a controlar el desorden social -sostiene el general Luis Eduardo Martínez, comandante de la Policía Metropolitana-. El decreto 263 ha ayudado a bajar los índices delincuenciales".
En el estudio, conocido por EL TIEMPO, también se evidencia una caída del 13 por ciento en las cifras de riñas en la mayoría de localidades. No obstante, el organismo de seguridad insiste en que es necesario mantener la veda, sobre todo en Kennedy, Bosa y Suba, donde hubo incrementos.
La solicitud formal se hizo porque la Secretaría de Gobierno había anunciado la posibilidad de retirar la veda o de reducir el horario de la misma en algunos barrios de localidades como Teusaquillo, Barrios Unidos, Antonio Nariño, Puente Aranda, Sumapaz y Candelaria.
"Estamos haciendo un estudio para ajustar la medida a la realidad local. Aún no se ha tomado una decisión", expresó el subsecretario de Seguridad y Convivencia, dgar Ardila.
Gana la convivencia
En un estudio de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) sobre la aplicación del decreto 263 se concluyó que, si bien es cierto que la medida ha reducido contravenciones como el exceso de ruido y los escándalos callejeros, y ha mejorado la convivencia en varios sectores de la capital, no hay datos concretos que confirmen que ha sido determinante para reducir el homicidio, las riñas y las lesiones personales.
La FIP indica, con respecto al homicidio, que hay una estrecha relación, pero en zonas donde se concentran los expendios de droga (52 por ciento) y las acciones delincuenciales (49 por ciento).
Por otra parte, la investigación estableció que el 61 por ciento de esos casos se produjeron cerca de establecimientos donde se expende cerveza en la ciudad. No obstante, esa misma coincidencia fue del 37 por ciento frente al análisis de los locales que vendieron altas cantidades de licor.
Además, en promedio, existe una distancia de 266 metros entre los locales cobijados por la medida y los bares o discotecas que pueden vender trago hasta las 3 a.m. (ver gráfico distancia), por lo que la veda no evita el consumo. "Simplemente, el que quiere tomar camina dos cuadras y media y consigue alcohol", dijo un investigador de la FIP.
"La restricción debe aplicarse, pero de manera inteligente e integral. Hay que involucrar más a los actores de la rumba, como los dueños de los establecimientos, para que controlen la venta de licor y el espacio público", concluye María Victoria Llorente, directora de la fundación.
REDACCIN BOGOTÁ
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