La carrera 7a. dejará de ser la principal vía de acceso al centro de Bogotá, a partir del próximo sábado. Ese día, por decisión de la Alcaldía, el tramo peatonalizado se extenderá hasta la calle 11, en inmediaciones de la plaza de Bolívar.
A pesar de las críticas de los habitantes y los comerciantes por los problemas de inseguridad, desaseo y caída en las ventas, el Distrito se la jugó por ampliar la restricción a los vehículos en el emblemático corredor.
Este proyecto -que tiene divididas las opiniones- arrancó a comienzos de febrero,cuando se peatonalizó el primer tramo: desde ese punto hasta la calle 19, debido a la construcción del puente vehicular de la 7a. con 26. (Vea también
Ayer, la secretaria de Movilidad, Ana Luisa Flechas, anunció que esta medida "es definitiva" y solo se desmontará "cuando empiece a rodar el tranvía". Ni el inicio de la obra ni su costo total son claros todavía.
Por cuenta de la peatonalización, los conductores deberán tomar rutas alternas por las carreras 3a., 5a. y 10a. También serán útiles las calles 26, 24, 22 y 12, así como la Caracas y la Circunvalar. Flechas añadió que, con el fin de agilizar el tráfico en el sector, se habilitarán tres carriles en la 10a., entre la calle 26 y la Jiménez. En dicho corredor, así mismo, seguirán operando las rutas de buses.
El domingo arrancará además la operación gradual de la troncal de TransMilenio con seis estaciones.
Los temas pendientes
En el tramo de la 7a. peatonalizada funciona actualmente una ruta circular gratuita, usada por centenares de pasajeros para moverse por el centro. Igualmente se han instalado materas con el propósito de embellecer el corredor.
Flechas recordó que, según una encuesta que será divulgada en los próximos días, el 46 por ciento de los habitantes de Bogotá se moviliza a pie.
No obstante, los atracos, la suciedad, la indigencia, los trancones y la proliferación de vendedores ambulantes se han convertido en un dolor de cabeza. Sharon Ávila, administradora del Centro Colombiano de Artesanías, señaló que aún no existen las garantías mínimas para que esta apuesta sea exitosa. "Nos hemos reunido con las secretarías de Gobierno y Movilidad, la Junta de Acción Local y las alcaldías locales de Santa Fe y la Candelaria, pero aún no se solucionan los problemas", advirtió. (Lea también Pobladores del centro exigen seguridad y orden en peatonalización).
Según los comerciantes, la ausencia de policías reduce sus ventas hasta en un 60 por ciento. "Cuando hay Fuerza Pública, las ventas aumentan de inmediato. Esto también tiene que ver con que ellos desplazan a los vendedores ambulantes", señaló Sharon.
Los comerciantes están a la espera de una reunión con el alcalde Gustavo Petro. A raíz de las críticas, varias entidades de la Administración vienen discutiendo propuestas para mejorar las condiciones de la peatonalización de la 7a.
En los últimos meses, en medio de esta polémica, el Distrito ha defendido las bondades de la medida ya que, según las cifras oficiales, los niveles de ruido han bajado hasta en un 14 por ciento.
Por su parte, un estudio de la Universidad de los Andes concluyó que, en el tramo peatonalizado, se respira un aire 50 por ciento menos contaminado y el ruido se redujo de 76 decibeles a 61, en promedio.
REDACCIN BOGOTÁ
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