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Los seguimientos de la red que envió a China a Guillermo Álvarez Castrillón, el colombiano sentenciado a pena de muerte por llevar en su cuerpo cocaína, puso a la Policía sobre la pista de las mafias en ese país.

En medio de la investigación, la Policía Metropolitana de Bogotá capturó a siete personas señaladas de pertenecer a la banda la China, encargada de enviar a las llamadas mulas o correos humanos, y detectó a tres organizaciones que en las calles del país asiático controlan el tráfico de estupefacientes proveniente de Bogotá.

La justicia china ya tiene información sobre esos tres grupos, y se investiga si estarían relacionados con el envío de los 48 colombianos que en el último año han sido capturados en ese país por narcotráfico. Allí, además de Álvarez Castrillón, están los colombianos Lady Johanna Bárcenas Alzate, la caleña recientemente condenada a cadena perpetua, y Hárold Carrillo Sánchez, sentenciado a pena de muerte.

Con la captura de los jefes de la banda la China, la Sijín de Bogotá estableció que la ruta de las mulas comienza en el Eje Cafetero, donde la mayoría son reclutados en barrios de escasos recursos por redes del narcotráfico.

Con ofrecimientos de dinero, son trasladados por tierra a la capital, donde, tras ingerir cápsulas llenas de cocaína, comienzan un viaje de tres días a China.

Así, salen del aeropuerto Eldorado, pasan por Lima (Perú), siguen a Sao Paulo (Brasil) y atraviesan el océano hasta llegar a Dubái o Catar (Emiratos Árabes). De allí, sin tener que salir de los aeropuertos, para evitar los trámites de migración, siguen el viaje hasta Hong Kong o Guangzhou (China). La estadía en ese país no supera los 15 días.

"Las redes ahora preparan las cápsulas de cocaína en un material de látex más resistente, que permite a los correos humanos comer durante el viaje sin que las cápsulas se estallen dentro del estómago", dijo una oficial que lideró la investigación". Y agregó: "Además, les proporcionan medicamentos para que el cuerpo resista los tres días sin ir al baño que dura el viaje".

A los reclutados, la banda la China, que era liderada por la ya capturada María Cristina Morales Téllez, les pagaba entre 5 y 15 millones de pesos por llevar 1.000 o 1.100 gramos de cocaína. Otras organizaciones les ofrecen más dinero.

Tramitaban visas a China

La Policía Antinarcóticos señaló que, si bien la ruta por Emiratos Árabes es más larga que, por ejemplo, por España, las redes de narcotráfico prefieren enviar a sus reclutados por allí para evitar los controles y la expedición de visas. Por esa región no exigen documentos de visado a viajeros en tránsito, es decir, solo hacen escala.

Lo que sí hacen las bandas de tráfico es el trámite de las visas para ingresar a China. En el caso de la organización capturada, lo hacían por medio de una empresa de fachada, que, según la Policía, figuraba con el nombre de Distribuidora HG S. A. S.

Así lograban sustentar los documentos que presentaban en la embajada de China en Bogotá. La estrategia para superar los controles era que a cada reclutado le armaban una hoja de vida como comerciante y le costeaban los tiquetes.

En todo el proceso invertían unos 20.000 dólares y por envío ganaban hasta 55.000 dólares.

Circular roja

Hija de jefe de banda es buscada

La Policía busca que China deporte a Íngrid Sabel Jan, hija de la capturada Cristina Téllez, jefe de la banda, para que en Colombia responda por cargos de narcotráfico, dado que la joven de 19 años permanece como indocumentada. La Interpol le expidió circular roja.

La Policía también identificó a un hombre con el alias de Juan Carlos, encargado de distribuir la droga en las calles de China.

pauang@eltiempo.com