Proyecto y tema son palabras que se refieren a lo abstracto, pero en redacción de noticias se suelen usar equivocadamente para referirse a lo concreto. Veamos: Se habla de una carretera, se dan las especificaciones de longitud, número de carriles, tiempo previsto para su construcción, etc., y se remata con el dato de que "el proyecto costará dos billones de pesos". Los lectores nos preguntamos, entonces, cuánto costará la construcción de la vía, si apenas el proyecto tiene semejante costo tan gigantesco.
El Diccionario de la lengua española define proyecto así: "Conjunto de escritos, cálculos y dibujos que se hacen para dar idea de cómo ha de ser y lo que ha de costar una obra de arquitectura o de ingeniería". Eso es proyecto, lo que se proyecta hacer, el plan. Nada más. Un edificio ya construido, un negocio ya finiquitado, un libro ya editado no son proyectos, sino obras o hechos.
Algo similar sucede con la palabra tema, que alude a la materia de una discusión, de una conferencia, de un escrito, como cuando se pregunta cuál fue el tema del editorial de ayer. En la redacción noticiosa se suele decir, a veces porque los funcionarios entrevistados así lo expresan, que hay que resolver el tema de las basuras.
El tema es, para dar más ejemplos, aquello sobre lo que dialogan los especialistas en un panel. Un ejemplo es el llamado "tema del día" en los programas radiales. Es lo abstracto. Lo concreto, lo que hay que resolver es la recolección de basuras (no el tema).
Conviene que los redactores tengan en cuenta esa diferencia entre lo abstracto (tema, asunto, idea, plan, proyecto, deseo, ilusión...) y lo concreto (movilidad, pago, caos, tumulto, robo, carretera, edificio...).
Fernando Ávila
Delegado para Colombia de la Fundéu BBVA
Fuente