Pese a llevar 18 años exiliada en Europa, la dirigente de la Unión Patriótica (UP) Aída Abella parece no haber dejado el país ni un solo día.
La exconcejal de Bogotá, quien en mayo de 1996 fue atacada con un rocket en el norte de la capital del país, habla de la política como cualquier dirigente que no haya abandonado Colombia.
En diálogo con EL TIEMPO, Abella –quien vino al congreso de la UP– dijo que otra motivación para su visita es el proceso de paz.
¿Qué la motivó a visitar Colombia?
La devolución de la personería jurídica a la UP que es el principio del reconocimiento del genocidio. Otra gran razón es el proceso de paz. Es tan importante que creo que es la primera vez, en muchos años, que vemos una luz en el túnel y debemos mantenerla.
¿Va a estar en la lista de la UP para el Congreso?
Hay nuevas generaciones que pueden hacer aportes brillantes y nosotros podemos estar detrás ayudando.
¿Y qué han discutido en la UP sobre el umbral para el 2014?
No pueden exigirle umbral a un partido que ha tenido todos los problemas que hemos tenido y esa es una de las cosas que estamos pidiendo en la reparación.
¿Qué más están pidiendo como forma de reparación?
Teníamos 14 parlamentarios, nos tienen que devolver 14 curules, esa es una de las fórmulas de reparar. Además necesitamos varios periodos en los que no nos exijan umbral, porque no se le puede exigir a la UP lo mismo que a los partidos Liberal o Conservador.
¿Estas peticiones cobijan los gastos de funcionamiento que se les dan a los partidos?
Normalmente tendríamos que tenerlos por la devolución de la personería.
¿Mantiene la esperanza en Colombia?
Tengo mucha esperanza de que esto cambie. Los ocho años de Uribe fueron perdidos. El país retrocedió mucho, especialmente en cuanto a la tolerancia, se dividió y ahí vienen los que avalan la guerra y los que no.
¿Cómo encuentra a la izquierda en Colombia?
Un poco diseminada. Me duele porque cuando empecé a militar en la izquierda hablábamos de unidad y hoy casi soy bisabuela y hablamos de unidad. En esto vamos a tener que discutir desapasionadamente porque a veces hay intereses personales, todos quieren ser jefes, y en esto tiene que primar el objetivo político.
REDACCIÓN POLÍTICA
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