Cinco conclusiones de los amistosos de Colombia en Europa
1. Una Selección con personalidad. El equipo jugó como visitante, con estadio lleno, frente a dos de los más fuertes equipos europeos (Bélgica es cabeza de serie, de hecho, y Holanda estuvo a un paso de serlo). Y jugó sin complejos, sin meterse atrás, apelando a lo que sabe y adaptándose también al libreto del rival: cuando pudo jugar, jugó. Cuando tuvo que guerrear, como en el primer tiempo con Holanda, también demostró que puede.
2. Dos para tener en cuenta. Santiago Arias y, sobre todo, Víctor Ibarbo se metieron de lleno en la pelea por un cupo en la lista de 23 para el Mundial. El primero, con mucha personalidad para marcar y salir, aunque abusó un poco de la pierna fuerte. El segundo, por desequilibrio, potencia y remate al arco. Hay alternativas.
3. Los arqueros están definidos. El día que falte David Ospina, titular indiscutible de la Selección, el que va a jugar, por lo que mostró Pékerman en estos dos juegos, será Faryd Mondragón, que lo hizo bastante bien. Camilo Vargas, que siempre está en la lista de convocados, parece tener asegurado el cupo de tercer portero.
4. Cuidado con la pelota aérea. Como ya le pasó en Uruguay, donde Édinson Cavani puso a sufrir a la Selección con un gol de cabeza, el equipo sufre cuando le levantan la pelota en medio de los dos centrales. Habría que ajustar un poco más la marca para evitar que le levanten el balón. Es la única grieta, por ahora, de la zona defensiva.
5. Hay un equipo. La Selección mostró solidez, buen toque, alternativas al manejo de pelota en corto como balones largos en busca de los delanteros, salida por las bandas. Cada vez se consolida más. Falta un poco de precisión en el último cuarto de cancha.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
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