La Clínica Barraquer, 45 años de una familia d
“No solo fueron sus ojos, fueron sus manos benditas, casi como las de un santo, las que les devolvieron la luz a muchas personas que poco podían ver”, dijo hace una década Inés Granados, cuando se le preguntó por su ya fallecido esposo, José Ignacio Barraquer Moner.
Una descripción modesta para quienes conocen de la trayectoria del profesor Barraquer, quien hace medio siglo empezó a soñar despierto con el que se convertiría en uno de los centros especialistas en salud de ojos más reconocidos del continente: la Clínica Barraquer.
Con un presentimiento especial, y motivado por el legado que su distinguida familia de médicos y oftalmólogos le había dejado, Barraquer compró un lote de 7.200 m2 en la calle 100 con transversal 18, lugar que para entonces era considerado un límite del norte de Bogotá.
Ladrillo a ladrillo –hacia 1964– empezaron a levantarse las instalaciones de la Clínica Barraquer, en medio de las vías algo desoladas y poco transitadas de la Bogotá de los años 60.
En 1968, en presencia del presidente de la época –Carlos Lleras Restrepo– y de monseñor Concha Córdoba, la Clínica abrió sus puertas a miles de pacientes provenientes de todas partes del mundo. El acelerado reconocimiento de la Barraquer, sobre todo en el exterior, atrajo paulatinamente a prestigiosos hoteles, restaurantes y empresas, que se instalaron en la zona para atender la demanda de los extranjeros que por esos días venían a la capital a practicarse chequeos en el nuevo centro oftalmológico.
Desde entonces, la Clínica y sus especialistas han construido a pulso la imagen que los identifica como el centro más avanzado en innovación de salud visual del continente. Gracias a sus investigaciones se han desarrollado cerca de 20 técnicas quirúrgicas, dos millones de consultas y 150.000 cirugías.
Además, la Barraquer ha educado y graduado a colombianos y extranjeros de la Escuela Superior de Oftalmología, que hace parte de la Clínica y que cuenta con distinguidos profesores y equipos tecnológicos.
Por estos días, a portas de cumplir 45 años, la Barraquer conmemora su historia por medio de la campaña ‘Ojos por Colombia’ (www.ojosporcolombia.com), con la que, además de rendir un homenaje a tantos años de servicio a la humanidad, beneficiará a personas de bajos recursos con cirugías visuales de alta complejidad.
Entre tanto, la historia de esta clínica se seguirá escribiendo; las bases de un pasado están sólidas, el presente está sobre ruedas y el futuro parece prometedor.
El profesor Barraquer
Hizo parte de una dinastía de médicos y oftalmólogos, encabezada por su abuelo José Antonio Barraquer Roviralta. No solo fue el fundador de la Clínica Barraquer, sino el creador de la cirugía refractiva -mediante la cual se corrigen alteraciones visuales como la miopía, la hipermetropía y la afaquia- y el primero en llevar a cabo un procedimiento quirúrgico en el que se extrajo un órgano, se corrigieron sus funciones y se incorporó nuevamente al cuerpo humano.
LISA FERNANDA GARCÍA
Redacción MI ZONA EL TIEMPO
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