En Colombia, a kilómetros del estadio Gerland de Lyon donde Radamel Falcao García sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, no solo estaban todos los que sueñan con ver al ‘Tigre’ en la Copa del Mundo vistiendo la tricolor nacional, sino también su esposa, Lorelei Tarón, y su pequeña Dominique, quienes al enterarse de lo ocurrido en el juego entre el Mónaco y el Chasselay viajaron a Oporto para acompañar al futbolista.
Mientras ellas volaban a Portugal, Falcao se ponía en manos de su especialista de confianza, José Carlos Noronha, quien le hacía la resonancia que indicó el diagnóstico exacto y lo llevó a cirugía. Su esposa se enteró del procedimiento solo al aterrizar. (Vea también: Así celebró Falcao su cumpleaños).
La siguiente parada fue en el Hospital de Trindade, al que ingresaron ambas para estar siempre al lado del 9 de la Selección. Allí llegó luego la mamá de Lorelei, quien desempeñó un gran papel como abuela.
Desde entonces la pareja no se separó, y las noches en que el futbolista estuvo allí recluido, su escudera también permaneció ‘internada’, atenta a cada una de sus necesidades.
Y como al lado del enfermo se mantiene el alentado, en la habitación del segundo piso en la que fue hospitalizado ‘el Tigre’ estuvo disponible una cama que le permitió a Lorelei descansar de vez en cuando.
En manos de Dios Falcao puso su salud, y aferrado a la fe logró tranquilidad, igual que su esposa: un lazarillo con gran esperanza y la misma actitud, que a punta de chistes le sacaba grandes sonrisas. Juntos compartieron cada uno de los mensajes que por diferentes medios recibió el colombiano, y que además que alegrarlos los impresionaron pues fueron muy grandes las muestras de cariño de la gente.
Además del presidente Juan Manuel Santos y de la primera dama, de los jugadores Juan Fernando Quintero y Jackson Martínez, otra de las visitas que recibió el futbolista fue la del pastor del Porto, con quien oró una noche.
Por teléfono, debido a la distancia, el resto de sus compañeros de la selección y el técnico José Pékerman estuvieron pendientes del jugador. Dado de alta y hospedado en uno de los hoteles ubicados en el sector más exclusivo de la espectacular Oporto, quien llegó fue Radamel García, padre del futbolista. Ahora solo esperamos que nuestro ‘Tigre’ pueda vestir la tricolor en Brasil.
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