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La fauna no puede seguir siendo vista como un mueble

NotaPublicado: Dom, 16 Mar 2014, 07:10
por SWaldhauser

En un intento por proteger la fauna nacional del maltrato, tanto a las especies domésticas como a las silvestres (víctimas del tráfico ilegal), el Observatorio Animalista, respaldado por la Universidad Javeriana, lanzó la campaña ‘Voto responsable por los animales’.


Javier González, experto en bioética y vocero de esta iniciativa –en la que también participa Animal Defenders International–, explica que uno de los objetivos es que los recién elegidos congresistas, así como los candidatos a la Presidencia de la República, propongan reformas para que la fauna comience a tener derechos, de la misma forma como los tienen los humanos.


Propuestas como la eliminación de espectáculos que usan monos, osos, perros, toros u otros ejemplares; o castigar penalmente la zoofilia, son algunos de los temas en juego. “No podemos –afirma González– seguir viendo a los animales como objetos, como bienes muebles, tal cual lo contempla el Código Civil actual”.


¿Cuáles son los derechos básicos que tiene un animal?


Le respondo basado en teorías: uno básico es el respeto, porque ellos son capaces de sentir y de discernir para saber si algo que les está pasando es bueno o malo. No deben ser tratados como propiedad, porque como se piensan propios, la gente entonces se cree con el derecho de abusar. Tienen derecho a tener una vida digna. Si es un jaguar, entonces que esté en la selva tropical; y si es un perro doméstico, que tenga libertad y sea protegido.


¿Se ha dicho que el maltrato animal se resuelve con educación. ¿Es suficiente o se necesitan leyes?


La educación resuelve el problema a largo plazo; es un proceso, pero la idea es que el problema del maltrato sea abordado de inmediato, porque ya no da tiempo, y para eso requerimos leyes que regulen la enorme falta de conciencia actual por su bienestar.


¿Sirve de algo la Declaración de los Derechos de los Animales, de ONU?


No, porque no es vinculante y los países no están obligados a aplicarla.


¿Qué balance hace del maltrato animal en el país?


Hemos comprobado que el maltrato animal no es una problemática de las grandes ciudades; y las agresiones tampoco son solo a animales domésticos. Las especies silvestres sufren, y las actuaciones de personas en las zonas rurales también deben ser tenidas en cuenta dentro de esta preocupación.


¿La legislación colombiana es suficiente para frenar este flagelo?


Estamos atrasados. El Consejo de Estado dice que hay suficiente legislación que protege a los animales (por la existencia del Estatuto de Protección Animal), pero en la realidad eso no se ve. De otro lado, la Corte Constitucional dice que el desarrollo normativo para la protección animal es deficiente. Entonces, vemos dos posiciones encontradas, que también es síntoma de las dificultades y de que las bases jurídicas enfocadas a la protección no son claras.


¿Hay desconocimiento entre los legisladores sobre lo que se debe hacer para proteger a los animales?


Sí. Lo que queremos es que se legisle a favor de los animales, pero crear esa legislación requiere muchos conocimientos con buenas bases teóricas, técnicas, éticas y jurídicas.


¿En qué tema hay consenso?


Hay consenso en el hecho de reformar el Código Civil, para que los animales no sigan siendo mirados como un bien mueble, y pasen a ser tratados como seres sintientes (que sienten). Buscamos que el maltrato animal sea un delito y pueda ser prevenido. También celebramos que hay un interés legítimo entre los congresistas para incluir los planes de protección animal en el Plan Nacional de Desarrollo.


Un tema muy sensible es el tráfico ilegal de fauna, que además de intenso tiene un control precario en Colombia.


Es increíble que un país tan expuesto a este problema no tenga estrategias para mitigarlo. No hay personal, las CAR y muchas secretarías de Ambiente no saben qué hacer con los animales, no tienen a dónde llevarlos. Muchas veces ni saben de dónde proviene el animal y desde ahí hay un error, porque no se sabe a dónde llevarlo. No hay presupuestos para devolver el animal a su hábitat, en fin...


Muchos de estos temas han sido discutidos en el Congreso sin éxito ¿Por qué cree que ahora sí lo tendrá?


Antes faltaba voluntad política y decisión del Congreso, hoy veo más determinación en algunos congresistas, entre otras cosas porque la presión de la ciudadanía es mayor. Muchas de las iniciativas que se han querido aprobar no han sido exitosas, pero por vicios de trámite. Creo que este Congreso podría comenzar a cambiar la historia.


¿Qué se puede hacer desde el Estado para comenzar a apoyar a los animales?


Crear más áreas protegidas. Construir carreteras que eviten que los animales sean atropellados. Y cuando se hace una obra, pensar en términos de ejemplares y no de especie. A veces se piensa que sacrificar 100 o 200 individuos no es tan grave, porque la especie puede tener 20 o 50 veces ese número, y eso no es moralmente sano.


¿Cuál es su posición sobre la investigación con animales?


Esta se justifica en muchos casos porque busca ponerle fin al sufrimiento humano. Se ha tratado de refinar, para que el animal no sufra, pero esto no es suficiente. Hay que promover investigación científica con métodos alternativos, que no requieran animales.


¿Y usar en investigación animales criados en cautiverio como un mecanismo alternativo?


Que el animal sea silvestre, de laboratorio o criado en cautiverio no hace la diferencia. En todos los casos hay un abuso porque todos tienen capacidad de sentir.


La bioética considera la zoofilia maltrato animal. ¿Cómo regularla?


La zoofilia es inaceptable, debe ser eliminada por lo que representa para la sociedad y para los animales. Por ahora, debe ser acabada con educación o ciertas sanciones. Y es que este tema ha dejado de ser exclusivo de regiones y se instaló en ciudades. Incluso, sé de espectáculos que incluyen zoofilia.


¿Cuál es el sustento para prohibir los animales en espectáculos públicos?


Cualquier práctica que cause dolor a un animal, y si este dolor se usa como un fin lucrativo o para divertir, es moralmente condenable. Los espectáculos que usan los animales (a los que se maltrata) no deben existir. Una sociedad que se considera desarrollada no puede permitir esto. Hay muchas opciones de entretenimiento sin tener animales en juego.


¿Un cambio de mentalidad de la gente hacia los animales podría darse a corto plazo?


No es fácil. En toda la historia, el hombre ha considerado que aquello que no tenga un lenguaje humano de alguna forma no importa y se excluye de nuestras preocupaciones morales. Algo cambió en la Edad Media, pero hasta hoy nuestra única preocupación es que quien golpea a un animal puede, posteriormente, tener un comportamiento similar hacia los humanos; de esta forma, el hombre ha seguido ocupando el centro del interés, y el animal sigue siendo un ser marginal.


¿Un país es más civilizado si respeta a sus animales?


Sí. Que un país se organice para tratar mejor a sus animales es un progreso social importante. Partimos de que los animales sienten dolor y sufrimiento, como las personas. Entonces, si tenemos una legislación para castigar a personas que agreden a otras, debe existir una para castigar a quienes maltraten o maten a un animal sin justa causa.


Javier Silva Herrera
Redacción Vida de Hoy



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