El presidente Juan Manuel Santos sueña con un gerente, un ejecutor, que como alcalde de Bogotá venga a poner en marcha las billonarias inversiones que la ciudad requiere en temas prioritarios como movilidad y seguridad.
Santos, quien esta semana inició su carrera por la reelección con su propuesta de 10 puntos para “retornar el rumbo de la ciudad”, reiteró que su gobierno está dispuesto a colaborar con quien quiera que sea el alcalde, y que el problema no son los recursos, “porque la plata está”.
Eso sí, deploró que no haya sido posible avanzar en acuerdos con las administraciones de la ciudad para poner en marcha programas como el metro. Y aunque reiteró que se mantiene en su decisión de ofrecer todas las garantías para la defensa del alcalde Petro y que aún faltan muchas instancias para resolver su caso, lo cierto es que al mandatario distrital “se le están agotando los espacios para continuar en su cargo”.
Santos habló para EL TIEMPO, Citytv y EL TIEMPO TELEVISIÓN.
Dijo usted en su debut como candidato-presidente que Bogotá está “sucia”, que “ha perdido el rumbo”. ¿Está muy preocupado por Bogotá?
Desde el primer día de mi gobierno he estado preocupado por Bogotá. He dicho que estoy listo a poner en marcha los programas que Bogotá necesita. Mi gobierno siempre ha estado dispuesto a ayudar a la administración de la ciudad, lo que pasa es que ha habido muchos cambios de alcalde que han obstruido estos procesos.
¿Mucho baile, dijo usted?
Sí, me ha tocado bailar con tres parejas...
¿Y tres parejas hacen perder el ritmo?
La falta de continuidad es muy grave porque cualquier proyecto importante requiere estudio, estructuración. Esta nueva incertidumbre deja a Bogotá en el limbo, es fatal para la toma de decisiones. En movilidad tenemos obras represadas; los proyectos están listos, tenemos el dinero en caja. Es inconcebible que no se puedan iniciar estos proyectos.
¿Cuándo se dio cuenta de que Bogotá se está deteriorando?
Esto ha sido un proceso que ha venido evolucionando. Desde los escándalos de corrupción de Samuel Moreno, la situación comenzó a agravarse. En movilidad, la gente está desesperándose; es inconcebible pasar 4 o 5 horas metido en un bus para ir o venir del trabajo. Esto está afectando la calidad de vida de los ciudadanos. Y este es un asunto que tenemos que revertir.
Hablemos de la crisis de movilidad. ¿Ha estado metido en un trancón?
Sí, muchas veces. Una vez iba para el aeropuerto y quedé metido media hora en el trancón, con sirenas y todo, pero no me podía mover. No me daban paso.
¿Hay posibilidad de que usted intervenga pronto para precipitar soluciones?
Es que, en el fondo, esas son decisiones que debe tomar la administración. El Alcalde. Yo no puedo ordenarle al Alcalde ‘el metro va por este lado o hay que iniciar su construcción ya’.
¿Y por qué eso no se ha podido hacer?
Por la falta de continuidad. Hay que comenzar la construcción del metro ya. Eso tiene que hacerse ya, pero tiene que ser una decisión conjunta.
¿Por qué no se ha tomado esa decisión?
Por la falta de coordinación con la administración distrital. Cosa diferente estamos haciendo con Antioquia y Medellín. Con ellos llevamos tres años trabajando. Y allí las Autopistas de la Prosperidad ya son una realidad. Son obras por valor de 26,2 billones de pesos.
¿Y si hay un nuevo cambio de alcalde, más demoras?
Si hay cambio de alcalde (no sé si habrá o no habrá), vendría otro ejercicio. Necesitamos tomar decisiones políticas.
¿Con Petro no se pudo?
Fue muy difícil... Ojalá se pudiera, pero ha sido difícil. Tengo que reconocer que ha habido muchos problemas para avanzar con la administración distrital en programas de movilidad y vivienda. Es muy triste que en el resto del país se esté construyendo tanta vivienda, generando empleo, dándoles a los habitantes esas soluciones, y que en Bogotá no hayamos podido iniciar ni un solo proyecto de vivienda gratis, teniendo la plata.
¿Por lo que ha ocurrido en los últimos días en los tribunales, se irá Petro?
Mi obligación como Presidente es cumplir con la Constitución y las leyes. Y así se lo dije a Petro y al Procurador.
Navegando entre dos aguas...
Navegando con la Constitución. Yo le dije a Petro: voy a hacer lo que tenga que hacer para que usted utilice todos los recursos de defensa. Y los ha utilizado. El Procurador me dijo que el Estado debía intervenir en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Yo le dije que no, que ellos debían resolver con plena independencia. Nosotros acatamos lo que sea necesario de acuerdo con nuestra Constitución. Así es como voy a obrar pase lo que pase en el Consejo de Estado y así es como seguiré actuando, porque es la forma más correcta y menos polarizante.
Pero cuando usted dice que va a tener que “cambiar de pareja” es porque considera muy probable que el Alcalde se vaya...
Seamos realistas: hay una alta probabilidad de que se tenga que cambiar de Alcalde, pero como van las cosas, por lo que hemos visto en las últimas horas, se le están agotando los espacios al Alcalde para poder continuar en su cargo. Pero hay que esperar, porque todavía hay muchas instancias.
¿Y qué hacer frente a unas eventuales medidas cautelares de la CIDH?
Eso será voluntad y decisión de la propia CIDH...
¿Pero si se producen esas medidas, cuál será su decisión?
Vamos a ver si se producen...
Lo veo con dudas...
Sí, pero sobre si se van a producir o no... Yo no he querido intervenir para nada en ese asunto, porque lo mejor es que la CIDH decida por su propio criterio.
La CIDH ha pedido que el Gobierno colombiano explique el caso... ¿Va a enviar a alguien?
Sí. Para explicar qué se ha hecho, por supuesto.
Ante la inminente salida de Petro, qué perfil de alcalde esperaría usted que llegara?
Necesitamos que Bogotá tenga un ejecutor. Hay plata. Alguien que venga a ejecutar, a tomar decisiones. Un gerente.
¿El Pacto por Bogotá que usted propone incluye la posibilidad de buscar a alguien al margen de la politiquería como alcalde?
Yo le decía a mi candidato a la Vicepresidencia, Germán Vargas, que poder ejecutar todo lo que hay por hacer el próximo año y medio, para Bogotá, es una oportunidad de oro.
Pero su candidato a la Vicepresidencia, Germán Vargas, sí está muy dispuesto a que Petro se vaya...
Es su opinión y su deseo personal. Él es candidato, no funcionario. La posición del Presidente de la República es diferente.
¿Si llegara ese alcalde-gerente, cuáles serían las prioridades que usted acompañaría?
Hay muchos proyectos. El mundo ideal es que venga y que hagamos lo que hicimos con el gobernador Fajardo y las Autopistas de la Prosperidad. Yo le diría: a este proyecto nombrémosle tal gerente y que en tanto tiempo nos tenga listo tal resultado. La plata está. Y así con cada proyecto, no solo movilidad. También en seguridad, en salud, educación, medioambiente. Hay muchos frentes donde podemos hacer muchas cosas en beneficio de la calidad de vida de los bogotanos. El que venga y logre hacer el 30 o 40 por ciento de lo que hay para hacer se corona.
‘Movilidad y seguridad, las prioridades del Pacto’
¿En qué está el proyecto del metro hoy?
Tenemos unos estudios del Banco Mundial que están por finiquitarse. Después de esto debería tomarse la decisión lo más pronto posible; ojalá se resuelva, yo estoy listo. Se lo dije a Samuel Moreno, luego a Clara López y a Petro: me comprometo con el metro. El 70 por ciento de lo que cuesta lo pone la Nación. Tomemos la decisión. Pero no he tenido pareja con quien bailar.
¿Es posible sellar en estos momentos un compromiso entre la Nación y el Distrito para el metro?
Si podemos decidirlo ya, pues decidámoslo. Yo se lo dejo asegurado. Si el Alcalde quiere, claro, pero él se ha concentrado en su defensa. Infortunadamente, esto le ha costado mucho a Bogotá porque se ha generado una especie de limbo, de incertidumbre. Nadie sabe qué va a pasar, y en ese ambiente nadie toma decisiones.
¿Usted y el alcalde Petro han hablado de esto?
Hemos hablado un par de veces, pero sobre el problema de la destitución... Él está concentrado en eso, y el que paga los platos rotos del problema es la ciudadanía.
De los diez puntos del Pacto por Bogotá que usted ha propuesto, ¿cuál cree que es más urgente, que se podría comenzarse a trabajar pronto?
Movilidad y seguridad. Esas son las prioridades. El resto sería complemento.
¿Cómo decirles a los bogotanos que esta propuesta para Bogotá no es un acto de campaña, sino una decisión suya de verdad de recuperar el rumbo de la ciudad?
Si usted hace un recuento de los documentos que hemos aprobado, de las decisiones que hemos tomado desde hace tres años y medio, se dará cuenta de que esto no es un discurso de campaña, sino un compromiso serio con la ciudad. Esto es un clamor a la ciudadanía para que nos ayude a que este pacto se cumpla.
EDULFO PEÑA
Editor Político
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