Juan Pablo Barragán siempre quiso ser payaso. “Es un oficio muy difícil, no tan fácil como la gente cree”, asegura el actor, que empezó su camino haciendo teatro en su barrio, Usme; manejó títeres durante cinco años y estudió en la Academia Superior de Artes de Bogotá (Asab).
Finalmente, el bogotano logró su sueño de ser payaso en uno de grupos pioneros del arte del ‘clown’ en Colombia, el Ku Klux Klown, dirigido por Fernando Rojas y Jorge Mario Escobar. Después de que este grupo disolviera, Escobar creó La Clowmpañía, un colectivo que está conformado por actores egresados de la Asab, entre ellos Barragán.
De esta manera, el intérprete comenzó un trabajo que lo ha llevado a actuar en más de 15 montajes teatrales. El más reciente es ‘Apesta’, producción escrita y dirigida por Víctor Quesada, en la que Barragán encarna a Abshalom, un israelí introvertido e implosivo que añora a su tierra.
“Él anda buscando su vida, porque se empieza a olvidar de las calles donde vivía, de su familia, de sus rostros, entonces no sabe si volver. Está en ese conflicto de encontrarse consigo mismo nuevamente”, dice el actor.
Abshalom se suma a tres personajes –una polaca, un chino y un brasileño– que viven en una misma casa y sufren el dolor del exilio. Los cuatro, además, se enfrentan a un misterioso crimen.
“Empecé a trabajar a partir de todos los refugiados de guerra, que me parece un tema bastante duro. Pienso que el exilio no es solamente estar fuera del país sino que uno a veces está exiliado en su propia patria”, argumenta Barragán sobre su personaje.
La producción, que se estrenó el año pasado y ganó la Beca para Jóvenes Creadores en Teatro del Ministerio de Cultura, está en temporada en el Espacio Alterno del Teatro Nacional, en Bogotá.
‘Clown’ y ‘hip-hop’
El actor bogotano ha participado en películas como ‘El páramo’, ‘Crimen con vista al mar’, ‘La sargento matacho’ y en la serie de televisión ‘A mano limpia’. Además, hace parte del elenco de la cinta ‘¡Qué viva la música!’, adaptación cinematográfica de la novela de Andrés Caicedo, dirigida por Carlos Moreno (‘Perro come perro’, ‘Todos tus muertos’).
Pero para Barragán, su pasión más importante es el teatro. “Hay cosas en la televisión que te vuelven un actor de la cintura para arriba, pero el cine y el teatro te ayudan a ejercitar el cuerpo, la mente y todo lo demás”, explica.
Es una pasión que exige un compromiso fuerte. Por ejemplo, cuando la obra ‘El médico a palos’ estuvo en temporada hace pocos meses en Casa E, el actor grababa paralelamente ‘¡Qué viva la música!’, en Cali. “Decidí que todos los miércoles por la noche cogía una flota, llegaba a Bogotá hacía la obra, volvía a coger la flota y me devolvía”, recuerda.
Puede que su rostro se asocie más a las cámaras de cine o a los escenarios de teatro, pero los primeros pasos artísticos de Barragán fueron en la música. Es integrante del grupo Los Castellanos, que se ha presentado en festivales como el Altavoz, de Medellín. “El rap es una herramienta muy importante de transformación en los barrios populares… Por medio de esta música tú les puedes mostrar a los muchachos otras opciones”, finaliza.
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YHONATAN LOAIZA
REDACCIÓN CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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