El exsecretario de Gobierno Antonio Navarro Wolff es hoy el favorito de la terna de los Progresistas para ser escogido por el presidente Juan Manuel Santos como alcalde (e) de Bogotá por 55 días, mientras se convocan las elecciones atípicas, tras la destitución de Gustavo Petro.
El Gobierno, sin embargo, está a la espera del dictamen del Consejo Nacional Electoral sobre este asunto, pues no tiene claro a quién debe pedirle la lista, dado que Progresistas y el Partido Verde se fusionaron. (Lea también: Guillermo Jaramillo, Antonio Navarro y María Mercedes Maldonado, los nombres para suceder a Petro).
Con una larga trayectoria pública, Navarro Wolff sabe del enorme desafío que tendría al frente del palacio Liévano, y más en la coyuntura actual, si Santos lo nombra.
En entrevista con ELTIEMPO, el senador electo de la Alianza Verde anticipa que llegaría a intensificar el trabajo que venía ejerciendo Petro en la Alcaldía y que buscaría “consensos” en medio de la aguda polarización que vive Bogotá, pues afirma que la “política necesita moderación”.
Navarro Wolff dice que no está impedido para ocupar el cargo de alcalde (e), pues sería por 55 días y luego podría tomar posesión como senador, el 20 de julio.
Si usted llega a ser escogido por Santos como alcalde (e), ¿a qué le apostará?
Ese es un encargo que, si se llega a producir, sería solo por 55 días. En ese tiempo no se puede hacer mucho. Pero, por ejemplo, hay que dar plenas garantías de que la Alcaldía no se usará para apoyar a ningún candidato presidencial, ni tampoco va a ser usada por los candidatos que se inscriban para las elecciones atípicas de Bogotá. Eso es fundamental. Por otro lado, hay que hacer un esfuerzo muy grande para mejorar TransMilenio y la seguridad de la capital, y ver igualmente cuáles son las prioridades de las diferentes entidades distritales y cuáles se pueden adelantar de manera importante en esos 55 días. Por todo lo que ha pasado, uno siente que no se está trabajando con toda la intensidad necesaria en la Administración, y hay que meterle la intensidad para avanzar en las tareas de la Bogotá Humana, pues es obligatorio cumplir el Plan de Desarrollo.
Diferentes sectores dicen que usted es el favorito de la terna por ser un político moderado y porque además tiene una doble condición: defiende el proyecto de Petro y es bien recibido en el Gobierno. ¿Qué opina?
Pues no sé. Leyendo trinos en Twitter, uno ve de todo. Hay quienes definitivamente creen que es un error que haya otro guerrillero en la Alcaldía y hay quienes dicen que sería una muy buena opción. Por eso, hay que esperar. Lo que sí es cierto es que soy una persona que cree que la política necesita moderación, pues la polarización llevada al extremo no es buena para este país.
Con la decisión de analizar la venta de agua en bloque en la sabana para impulsar proyectos de construcción, algo a lo que Petro se oponía, el Gobierno podría estar cambiando algunas decisiones de la Bogotá Humana. Si usted llega a la Alcaldía, ¿qué va a ocurrir?
En el momento en que se tome la decisión de la terna, ahí lo evaluaremos.
¿Cómo analiza el ambiente político en Bogotá?
Está muy caldeado. Hay gente que está feliz porque Petro no sigue en el cargo y otras personas están muy enojadas por lo que ocurrió.
¿Usted garantizaría que se calmarán los ánimos?
Yo haría un esfuerzo grande, y lo estoy haciendo, para que encontremos soluciones, eso es esencial y es la responsabilidad de todos los que estamos en la vida pública. Además, las soluciones son más eficaces si son de consenso, y ojalá pudiéramos encontrar consensos.
¿La terna que presentaron –en la que además están los nombres de la secretaria de Hábitat, María Mercedes Maldonado, y el exsecretario de Gobierno Guillermo Alfonso Jaramillo– está blindada?
Sí, estamos muy confiados en que esa terna cumple con todos los requisitos.
A raíz de la destitución de Petro, analistas dicen que la izquierda ha dilapidado tres oportunidades de oro en la Alcaldía de Bogotá...
Hay resultados buenos. El único gobierno que sí fue desastroso fue el de Samuel Moreno, porque lo que no puede hacer nadie, sea de izquierda, de derecha o de centro, es robarse la plata pública. Eso fue vergonzoso.
En las elecciones atípicas, ¿ve posible que el progresismo conquiste el poder en Bogotá?
Hay una fracción de la opinión pública que es solidaria con Petro y lo acompaña, y eso seguramente va a incidir en el comportamiento de los electores.
Si usted es el elegido, ¿cómo va a hacer la transición entre su alcaldía y la que resulte elegida en las atípicas?
Va a haber garantías para todos en los procesos electorales y haré un esfuerzo muy grande para mejorar algunas cosas, con el fin de que el nuevo alcalde encuentre a Bogotá un poco mejor.
El impacto de la destitución
¿Cree que la destitución de Petro puede costarle la reelección a Santos?
El efecto político de las decisiones del Presidente no es algo fácil de predecir. De todas maneras, cada presidente, cuando toma decisiones sobre temas sensibles, toma riesgos. Santos perdió a la gente más cercana a Petro, pero los antipetristas, a lo mejor, se animan con esto que ocurrió. Lo que sí quedó claro es que el Presidente cerró filas con las instituciones y el establecimiento.
YESID LANCHEROS
Redactor de EL TIEMPO
yeslan@eltiempo.com
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