Así lo estableció el Estudio Nacional Descriptivo sobre Trata de Personas, realizado por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito y por la Universidad Nacional.
En ocasiones los colegios son el lugar que utilizan los delincuentes para enganchar a los niños que serán explotados.
En el centro de Bogota el fenómeno que se evidencia con mayor fuerza es la explotación de la prostitución; le siguen el matrimonio servil, la servidumbre y los trabajos o servicios forzados. Sin embargo, la trata de personas se presenta en todas las localidades de la ciudad.
"Tenemos a Bogotá como una ciudad de destino de trata, con fines de explotación sexual de niños y niñas", afirmó Nelson Rivera, director de la Fundación Renacer.
A la capital, según los estudios, llegan menores desde varias regiones del país, como el Eje Cafetero, la Costa Atlántica y los Llanos Orientales, además de niños indígenas procedentes de Amazonas y Putumayo.
No obstante, desde Bogotá también se llevan niños y niñas a otras ciudades del país como Melgar y Girardot.
La mayoría de las mujeres que son explotadas sexualmente (una modalidad de la trata de personas) pertenecen a los estratos 1, 2 y 3, aunque algunas de estratos altos caen en la red a través de ofrecimientos de becas en el exterior o de la promesa de ser modelos.
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