La escena raya en lo dantesco: Lady Gaga dirige su propio nacimiento, parada sobre una barriga de casi cinco metros que está en trabajo de parto, y que la cantante oprime con sus dos manos. Le pide al público que puje con ella. En el culmen de la euforia colectiva, las luces se posan sobre la inmensa vagina, por la cual la diva se abre paso... ¡con todos sus bailarines!
Así fue el espectáculo que Gaga encarnó en la noche de este martes, en el estadio El Campín, al interpretar su canción Born This Way, que le da el nombre y todo el concepto a su gira actual. (Vea acá las mejores imágenes del concierto de Lady Gaga).
Es el matrimonio entre la teatralidad, el escándalo y el sonido pop, un tipo de show que poco se ha visto en Colombia, y al que en la noche del martes asistieron unas 25.000 personas: los little monsters, como Gaga llama a sus fanáticos.
Había mucho misterio, pues la artista no permite fotógrafos de prensa en estos conciertos. Hacia las 9 p.m., la diva emergió cantando Highway Unicorn y desde ahí todo fue una noche de excentricidad llena de música pop. "Vine a traer revolución a Colombia... Cuando termine este show algunos de ustedes permanecerán conmigo para siempre", gritó.
En su presentación, la artista se puso un poncho que le lanzaron e inclusive habló de política. "Quiero tanto que gane Obama hoy...", dijo.
Aunque la asistencia fue mucho menor que la que atrajo Paul McCartney, El Campín celebró su segundo concierto tras la aprobación del Distrito de utilizar este escenario para espectáculos de entretenimiento. Sin embargo, los ojos y oídos de la vigilancia ambiental de la ciudad estuvieron atentos al límite de decibeles permitidos.
Antes de que apareciera Gaga en la escena, abrieron el show la DJ Lady Starlight con un performance que los espectadores recibieron con apatía y la banda de rock The Darkness, que con su sonido potente entregó un gran show al público. Quienes no conocían a este grupo se sorprendieron con su descarga eléctrica.
Los numerosos atuendos que utilizó la cantante llamaron siempre la atención: cuando cantó Alejandro, apareció con un sostén en forma de metralletas; para Bloody Mary, usó un impactante vestido de novia futurista de casi dos metros en el que parecía flotar sobre el escenario.
Quizás el momento más emotivo de la noche fue cuando la diva neoyorquina hizo subir a la tarima a dos de sus fanáticos, quienes al borde de las lágrimas y sin poder hablar se abrazaron a ella y se tomaron fotos con su celular. La histeria colectiva motivó a sus fanáticos a lanzarle prendas íntimas y un poncho paisa, con su retrato, que Lady Gaga se puso de inmediato.
Para Gaga, la gira por Centro y Suramérica ha sido un reto: la asistencia del público no ha sido la esperada. Las imágenes de su concierto en Costa Rica el pasado 2 de noviembre, que coinciden con las cifras de venta de boletería en los demás países, demuestran que para los latinoamericanos, esta artista no ha superado a Madonna, cuyo turno de sorprender a Colombia será los días 28 y 29 de noviembre, en Medellín.
REDACCIÓN BOGOTÁ Y CULTURA
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