Para imprimirle más ritmo y celeridad a la búsqueda de acuerdos concretos a fin de terminar con 50 años de guerra, el Gobierno aceptó modificar la metodología de la mesa de diálogo de La Habana.
Era innegable –y así lo había reconocido la Casa de Nariño– que el ritmo del proceso de paz no era el mejor y que la opinión quiere resultados tangibles, por lo que el presidente Juan Manuel Santos aceptó modificar la forma de negociar, mas no el contenido de la agenda.
Y al parecer esto comenzó a rendir frutos. El ciclo 16, sobre el cual se espera hoy lunes un pronunciamiento conjunto acerca de sus avances, fue ampliado dos días (del 2 al 4 de noviembre) para concretar el punto dos de la agenda de negociación, relacionado con participación política.
De hecho, no se descarta que se anuncie una nueva ampliación de este ciclo, de dos o tres días, para anunciar un acuerdo concreto sobre este aspecto.
La decisión definitiva se tomó hace dos semanas en la Casa de Nariño, tras una reunión entre el presidente Juan Manuel Santos y su equipo negociador.
Allí, el Jefe del Estado dio la orden de que, de ser necesario, se modifique la forma en la que se ha venido negociando desde hace un año, lo que incluiría ciclos más largos y periodos de receso más cortos, pero fue enfático en que no permitiría modificaciones de la agenda.
‘Pablo Catatumbo’, uno de los negociadores de las Farc, dijo ayer desde La Habana que la guerrilla tiene “optimismo” para cerrar el punto de participación política y, en un nuevo ciclo, iniciar en forma la discusión sobre víctimas del conflicto armado, tercer punto de la agenda.
El representante Iván Cepeda aceptó que el cambio de metodología “incide” y “es saludable” para llegar a acuerdos concretos.
“Lo que se está mostrando es que las dos partes quieren llegar a un acuerdo sobre el segundo punto, y ese propósito, además de pertinente, cierra el paso a las especulaciones sobre una supuesta crisis en el diálogo”, enfatizó.
Esta tesis la respaldó el excomisionado de paz Víctor G. Ricardo, quien aseguró que “el cambio de metodología” permite sesiones de trabajo más extensas que, así mismo, pueden llevar a acuerdos concretos.
“En la mesa se establecen los ritmos de trabajo y, cuanto más duraderas sean las reuniones, se pueden lograr mayores acercamientos y acuerdos entre las partes”, subrayó.
Este cambio de metodología también es importante para el Gobierno porque el propio Santos afirmó recientemente que el próximo 18 de noviembre, siete días antes de que se le venza el plazo para decidir sobre su candidatura a la reelección, espera “nuevos resultados”.
Carlos Eduardo Jaramillo, exasesor de paz, concluyó: “Esa decisión es el resultado de un conjunto de factores que analizaron las partes y que van en un solo sentido: concretar los acuerdos”.
‘No podemos hablar de avances modestos’
‘Iván Márquez’ dijo que las Farc quieren que el proceso sea más expedito
El segundo de las Farc, ‘Iván Márquez’, dijo ayer, en entrevista con ‘El Mercurio’, de Chile, que en este año de diálogos se han “intercambiado visiones” sobre la agenda de negociación, lo que ha permitido avanzar en los “acuerdos parciales”. “Ya hoy no podemos hablar de avances modestos”, precisó. Reiteró que el proceso de La Habana “no puede marchar acicateado por los tiempos legislativos o electorales” y que la guerrilla mantiene el interés de buscar caminos para hacer “más expedito el camino hacia el acuerdo final”.
Entrevista
‘Proceso de paz debe ir hasta el final’
El presidente del Senado suizo, Filippo Lombardi, reiteró el respaldo de su país al proceso de paz.
¿Qué piensa del proceso de paz con las Farc?
La comunidad internacional mira este proceso con mucho interés porque una guerra civil que lleva más de 50 años no es buena para ningún país.
¿Qué piensa de las fricciones de la mesa?
No es fácil. Ningún país ha tenido procesos de paz simples. Siempre hay muchas cosas que hay que poner en la mesa. Además, mi impresión es que el proceso de paz, cuando se ha impulsado, debe ir hasta el final.
¿Son válidas las dudas sobre la continuidad?
Lo importante es que el proceso salga adelante y dé resultados, porque, a pesar de la buena voluntad del Gobierno, la población quiere resultados.
¿Cómo reconciliarse tras 50 años de guerra?
Hay que pensar en el futuro, porque este debe pesar más que el pasado.
REDACCIÓN POLÍTICA
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