El primer mes de protestas se cerró con un saldo de 28 muertos, centenares de lesionados y más de 1.000 detenidos, entre ellos casi 500 estudiantes. Además, la asociación civil Foro Penal Venezolano, que ha acompañado a las víctimas de la represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado y los colectivos chavistas, presentó 40 denuncias de torturas ante el ministerio Público. (Vea el especial multimedia sobre los conflictos en Venezuela)
La internacionalista María Teresa Romero observa que Maduro “se la está jugando a fondo porque sabe muy bien que es difícil que la comunidad internacional lo sancione”. La profesora de la Universidad Central señala que en el país se registra “una arremetida represiva de baja intensidad si se compara con la perpetrada en Siria”, donde los organismos multilaterales y las grandes potencias han actuado con lentitud.
Romero destaca que el gobierno de Maduro cuenta “con el favor de los naciones más importantes de América Latina” y subraya que las instituciones regionales han dejado claro que “no quieren ir más allá de una declaración llamando al diálogo”.
La experta sostiene que el régimen chavista se ve en el ejemplo de Cuba y mientras incrementa los ataques contra sus detractores, apuesta “por colocar ante la comunidad internacional el libreto de la violencia opositora, el golpe de Estado y la conspiración”.
Aunque la ‘revolución bolivariana’ ocurre en el 2014, tiene cosas de 1984. El profesor en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar, Daniel Varnagy, echa mano del clásico de George Orwell para explicar cómo el presidente Nicolás Maduro habla de paz, mientras excluye a la oposición y aumentan las muertes y denuncias de torturas en el marco de la ola de protestas que enfrenta desde el 12 de febrero.
Manejo del lenguaje
“La mayor parte de los sistemas autoritarios o totalitarios tienden a hacer uso de una ‘semántica inversa’ o ‘deformación semántica’, donde se manipulan los conceptos y se disfraza la mentira como verdad”, subraya Varnagy.
Con la misma cara que jura estar dispuesto a conversar con sus adversarios para conquistar la paz, el Jefe de Estado denuncia que los “fascistas” y “terroristas” de la oposición pretenden derrocarlo y generar una guerra civil en el país.
Luego de que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) rechazó participar en la Conferencia Nacional de Paz instalada en el palacio de Miraflores, el mandatario les extendió esta particular invitación: “Quiero verlos cara a cara, ¡no sean cobardes! ¡Vengan a sentarse a hablar! ¡Cobardes de la MUD!”.
“El chavismo hace un llamado de paz bajo sus términos. No es un diálogo para hacer cambios en el sistema político, construir y generar espacios compartidos. Es un diálogo bajo la premisa de la guerra, donde hay vencedores y vencidos, y donde se convoca a una oposición derrotada para leerle la cartilla tras su rendición política”, interpreta Varnagy.
De la misma manera, el gobierno anuncia como solución a la violencia “medidas más drásticas” y más represión. Maduro ordenó ayer la actuación de las fuerzas de seguridad en los focos de violencia ligada a las protestas en su contra y la detención de quienes los financian, así como multiplicar los allanamientos para conseguir más capturas de la oposición.
‘Campaña de terror’
Frente a la escalada de la violencia y la respuesta del gobierno, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo ayer que Venezuela debe cesar la “campaña de terror” contra sus ciudadanos y comenzar a respetar derechos humanos. “Tratamos de encontrar una forma de hacer que el gobierno de Maduro se comprometa con sus ciudadanos, que los trate con respeto, que cese esta campaña de terror contra su propio pueblo y tratar de respetar derechos humanos”, aseguró ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara.
El jefe de la diplomacia estadounidense reiteró su convicción de que la solución de la situación en Venezuela requiere algún tipo de participación de terceros actores. “Pensamos que ha llegado el momento de que la Organización de Estados Americanos (OEA), los vecinos (de Venezuela) y los aliados y otras organizaciones se concentren apropiadamente en Venezuela”, indicó Kerry.
Por su parte, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) publicó ayer un comunicado en el que advierte que “este conflicto va escalando a un ritmo que se hará incontrolable. Le hemos dado carta blanca al enfrentamiento, a la eliminación del contrario, al uso desmedido de la violencia”.
El director general de Fe y Alegría, firmante del texto, insiste en que “necesitamos parar la violencia, venga de donde venga. Ni violencia para protestar ni violencia para reprimir”. El texto también habla de las barricadas venezolanas y pide: “No a la violencia de las guarimbas. El derecho a la protesta no justifica métodos violentos, que terminan afectando a la misma comunidad que se pretende defender”.
Las protestas que mantienen los opositores contra el Gobierno de Maduro desde hace más de un mes han provocado más de 20 muertos, unos 300 heridos y más de un millar de detenidos.
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