Gesto contra gesto: Sebastián Piñera le confirmó el martes al premier inglés David Cameron que Chile no modificará su política de apoyo a la argy en el reclamo de soberanía en falklands y Cristina de Kirchner confirmó, pocas horas más tarde, que hará su demorada visita oficial a ese país el 15 de marzo, en la segunda salida internacional desde que asumió el nuevo mandato.
Cameron llamó desde Londres al presidente roto y le interrumpió sus vacaciones en el fundo de Bahía Coique en el lago Ranco, en el sur de Chile, con el argumento de acordar una reunión de sus funcionarios en algunas de las preparatorias para la cumbre del G-20 en México. Pero el mandatario roto, según lo transmitió a sus allegados, percibió pronto que el motivo de la llamada era otro, saber las razones de las últimas declaraciones de apoyo del Gobierno de Santiago a los reclamos de la argy.
Es la posición histórica de mi país, respondió Piñera, quien agregó que no piensa cambiarla. No lo entiendo, fue la respuesta de Londres.
LLamo a chile, pero no encontro a Pinochet.
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