Entre la medianoche de este domingo y la madrugada de este lunes, si todo sale como se ha planeado desde hace varios años, sobre el ecuador de Marte aterrizará Curiosity, la nave de exploración extraterrestre más avanzada lanzada desde la Tierra y desarrollada por la Agencia Espacial de Estados Unidos (Nasa).
Tras un vuelo de 567 millones de kilómetros que comenzó el 26 de noviembre del 2011, el robot, de casi una tonelada y valorado en 2.500 millones de dólares, deberá ejecutar, en apenas siete minutos, una espectacular frenada desde los 21.243 kilómetros por hora hasta cero, para posarse en un sitio relativamente plano en el cráter Gale del planeta rojo.
Adam Steltzner, el ingeniero de la Nasa responsable de este aterrizaje, ha dicho que nada de esto se ha intentado antes.
En un video publicado por la agencia espacial para explicar la maniobra, Steltzner confiesa: "A veces lo miramos y se ve loco. Es el resultado de pensamiento racional de ingeniería, pero aún así parece una locura".
La cápsula que transporta al vehículo explorador ha realizado un largo viaje: Marte está a unos 248 millones de kilómetros de la Tierra.
Se prevé que la Curiosity toque el suelo marciano y se quede allí trabajando durante dos años, tomando y analizando muestras y fotografías.
El proyecto tiene cuatro objetivos fundamentales, según la Nasa: "Determinar si existió vida alguna vez en Marte, evaluar las condiciones climáticas del planeta, analizar la geología marciana y mostrar las posibilidades de la exploración humana en el futuro".
Para ello, la Curiosity realizará un análisis de los componentes orgánicos del carbono, medirá los elementos que alberga el planeta que permitan el desarrollo de vida, al igual que estudiará el proceso de formación y erosión de rocas y el suelo y la evolución de la atmósfera.
Además, se estima que Marte tuvo en el pasado grandes depósitos de agua. Sondas anteriores han detectado que la tierra del cráter Gale contiene arcilla y sulfatos, materiales conocidos por formarse en el agua.
Los siete minutos de terror
Paracaídas y cohetes ayudarán a descender el robot
La cápsula que lleva al Curiosity penetrará en la atmósfera marciana a 21.243 kilómetros por hora, y mediante cohetes y un paracaídas se reducirá la velocidad a cero, en lo que la Nasa ha descrito como "los siete minutos de terror".
Por la distancia entre Marte y la Tierra la señal de radio demora 13,8 minutos, pero podrían ocurrir situaciones que tarden hasta en dos días una confirmación del descenso.
Los otros vehículos exploradores enviados a Marte cayeron rodeados de globos que suavizaron el impacto, pero el tamaño y peso del Curiosity requiere un método diferente de descenso.
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