Tras 80 años de matrimonio, abuelos dan la receta par
Para el cumpleaños número 100 de John Batar, el año pasado, toda su parentela se reunió para celebrar junto al mar. Felices de ver tantas generaciones juntas, y de todas las edades, la alegría se apoderó de él cuando vio cómo los más pequeños de su familia habían escrito en la arena “feliz cumpleaños jiddo (abuelo en árabe)”. “¿Cómo no vas a sentir que Dios está contigo y te ha bendecido?”, se preguntó hace unos días Ann, la esposa de 97 años de John.
Este 2012, lo que reunión a los Batar fue otro acontecimiento; festejar los 80 años de aniversario de Ann y John. Y fue tal el asombro que provocó en su comunidad, en Connecticut, que una pareja se mantenga feliz y activa tras tantos años de convivencia, que varios medios estadounidenses quisieron averiguar cómo este matrimonio ha logrado permanecer unido.
John y Ann se conocieron a principio de los años 30, ambos, perteneciendo a la comunidad de inmigrantes sirios en Estados Unidos, mientras él trabajaba como vendedor ambulante de frutas y ella aún estudiaba en el colegio.
“Me enamoré de ella de inmediato”, recuerda hoy John. Pero lamentablemente, los padres de Ann la habían comprometido con un hombre 20 años mayor, y a quien consideraban, sería un buen partido para su hija.
Con el tiempo, John logró conquistarla y, teniendo él 21 y ella 17, se fugaron, temerosos de la furia de la familia de Ann. “A los 17 años, te preguntas si estás tomando la decisión correcta. (Pero) he crecido con él y hemos tenido buenos momentos juntos y nos conocemos el uno al otro muy bien. Y resultaron ser 80 años… Dios parece haber estado con nosotros. Y hemos sido muy afortunados”, recuerda la feliz esposa.
Se casaron el 25 de noviembre de 1932, en Nueva York, y al poco tiempo John abrió su almacén Betar’s Market, con el que mantuvo por décadas a su familia. Por su parte, Ann se hizo cargo de la casa y crió los cinco hijos del matrimonio.
Hoy, con 14 nietos y 16 bisnietos, recuerdan con alegría el cumpleaños en la playa del año pasado, y con esa sabiduría que acompaña a los mayores, hacen algunas reflexiones sobre los años que han estado juntos. “Lo más difícil en nuestra vida fue perder a dos de nuestros hijos. Esa es la parte triste. Perder a un hijo es una de las peores cosas que un padre puede enfrentar, no importa cuán jóvenes o viejos son”, dijo Ann, agregando: “Hay tantas cosas en la vida que te pueden hacer muy feliz o dejar muy triste, pero si las puedes hacer juntos, entonces, hay felicidad”.
Al pedirles si podían dar algunos consejos a los matrimonios jóvenes sobre cómo mantener una relación con amor por tanto tiempo, ambos se mostraron algo reacios, pero finalmente, John comentó: “Llevarse bien, comprometerse. Vivir acorde a tus medios y contento (…) Ah, y deja que tu esposa sea el jefe”.
“No tenemos jefes”, respondió la esposa, quien había mencionado antes el amor incondicional y la comprensión como elementos primordiales de su relación. Sin embargo, lo principal, dijo, es no guardar rencor. “Saber cuáles son tus compromisos y tratar de vivir respetándolos y entendiendo al otro. Si no guardas rencor, puedes enfrentar cualquier cosa”, explicó.
Por su parte, Renee Betar, una de las hijas de la pareja, explicó a ABC News: “(Ambos) tienen esta maravillosa habilidad de aceptar la vida como venga. Tratan de ver las cosas que sí tienen alrededor, (como) su familia y las bendiciones. Ellos vienen de una generación donde había mucho respeto y comprensión por el otro”.
Tanto John como Ann se mantienen activos, cocinando juntos y leyendo cada mañana los diarios, para mantenerse al tanto de lo que pasa en el mundo. Además, la abuela descubrió su talento por la pintura.
Según señaló la prensa estadounidense, todos los nietos de la pareja ven en ellos un ejemplo a seguir. Y no es para menos, cuando, 80 años después de darse el “sí”, la dulzura sigue estando presente en la relación.
“Él es un hombre maravilloso. Es muy generoso con sus hijos, con su familia, con la gente que lo necesita (…) ¿Me podrían culpar por vivir con él por 80 años?”, dijo Ann.
EL MERCURIO (CHILE)
GDA
Fuente