Hace una semana, sin que el país se percatara, dos sobrinos del capo de La Guajira ‘Marquitos’ Figueroa, capturados por lavado de activos, intentaron fugarse de la cárcel judicial de mediana seguridad de Valledupar.
Se trató de los hermanos Paúl y Felipe Corrales Figueroa, quienes fueron detenidos el 15 de octubre en una operación de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía, que encontró que los dos hombres eran los enlaces en la capital de Cesar de una red de narcotráfico.
Según las autoridades, esa red tenía como fachada ventas de ropa, traída de China, en locales de la Costa.
Los sobrinos de ‘Marquitos’ fueron capturados con 10 personas más en varias ciudades del país.
A los dos hermanos los recluyeron, una vez legalizada su captura, en una cárcel anexa a la de La Tramacúa, penal de máxima seguridad y donde las autoridades de Valledupar reciben a la mayoría de procesados.
Tres días después, el Inpec detectó un plan de fuga de los dos hombres. Ellos pensaban pagar una fuerte suma de dinero para que varias personas hicieran estrellar un camión contra los muros de la cárcel, y estos señalados delincuentes huyeran del penal por las garitas.
La modalidad que planeaban para escaparse es la misma que usó ‘Marquitos’ cuando se fugó de la cárcel de Santa Marta, en 1998.
El plan de fuga, confirmado a este diario por fuentes de la cárcel La Tramacúa, hizo que el Inpec trasladara a los hermanos Corrales Figueroa, y a ocho presos más, al pabellón de máxima seguridad.
Las autoridades de La Guajira y Cesar investigan si el señalado capo del narcotráfico y del contrabando de combustible, por el que el presidente Juan Manuel Santos ofreció el jueves –luego de un consejo de seguridad en Riohacha– 250 millones de pesos de recompensa por su captura, está involucrado en este plan de escape.
Tras el ofrecimiento del presidente Santos, que subió la cifra de la recompensa que había anunciado la Policía (el general Rodolfo Palomino había ofrecido hace dos semanas 50 millones de pesos), se intensificó la persecución de la Policía y del Ejército a ‘Marquitos’.
Las dificultades que han encontrado las autoridades para llegar a Figueroa se deben a las facilidades que tiene el capo para moverse entre Colombia y Venezuela. De hecho, como lo informó EL TIEMPO, el día que el CTI capturó al gobernador de La Guajira Juan Francisco Kiko Gómez, ‘Marquitos’ alcanzó a pasar la frontera.
Luego de un año de investigaciones y diligencia, la Fiscalía formuló una orden de captura al señalado narco por los delitos de homicidio y concierto para delinquir. Sobre él también pesan varios señalamientos que lo comprometen con ‘paras’.
REDACCIÓN JUSTICIA
juamer@eltiempo.com
Fuente