El auge de consumo de las familias impulsó el crecimiento de la economía durante el primer trimestre del año, mientras que la tragedia del invierno no llegó a frenar la producción.
El producto interno bruto (PIB) -la suma de lo que producen todos los negocios y empresas dentro del país- creció 5,1 por ciento en el periodo de enero a marzo en comparación con el mismo periodo del 2010, informó el Dane.
Y en ese lapso, el consumo de los hogares, que aumentó 6,3 por ciento, llegó a ser el 66,58 por ciento de todo el PIB, casi un punto más que un año antes. Pero, incluso, la inversión creció más, con un incremento de 13 por ciento.
El crecimiento del PIB estuvo cerca del 4,9 por ciento que, en promedio, esperaban los diferentes expertos.
Pero, si bien fue un resultado cercano a lo previsto, hay aspectos que no dejan de sorprender: la caída de 4,5 por ciento para el sector construcción, por ejemplo, fue catalogada por el economista Ricardo Bonilla, como "una parálisis" del sector que es una de las locomotoras del desarrollo en la que el Gobierno tiene cifradas sus esperanzas. "La construcción fue afectada por el fenómeno climático que acaba de pasar, pero también sintió el coletazo de la corrupción. Entre esos dos frenos la tienen estancada".
Según los datos del Dane, dentro de ese sector, integrado por un lado, por obras civiles, y por otro, por vivienda, oficinas y centros comerciales, lo que más decreció fue la primera, que tuvo una caída de 11,5 por ciento, mientras que la vivienda y los centros comerciales lograron un crecimiento positivo de 4,1.
El tema minero no ofreció mayores sorpresas. Sigue siendo el sector que más avanza, y en este primer trimestre se ubicó en 9,4 por ciento. No obstante, pese a estar en la delantera, como el sector que más impulsa la economía en el trimestre, en esta oportunidad bajó con respecto al mismo periodo del 2010, cuando se ubicó en 13,4 por ciento.
Según Jorge Bustamante, director del Dane, "lo que más jalonó fue el carbón y el petróleo, mientras que la producción de níquel registró un resultado negativo, en parte, porque estaba en mantenimiento la planta de Cerromatoso". El agro sorprendió a algunos, pero los que hacen parte de ese sector esperaban eso y más. El sector creció 7,8 por ciento, cifra que adquiere mayor dimensión porque el agro venía de un crecimiento negativo en el mismo periodo del año pasado y ahora, con todo y el invierno, se disparó.
El café, que tuvo su buen momento en materia de precios, al llegar a estar por encima de 3,2 dólares por libra en el primer trimestre, fue el protagonista en este resultado.
Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), señala que el crecimiento del agro está dentro de las previsiones hechas por el gremio para el año, que son entre 3,5 y 4 por ciento.
"Los analistas -dice Mejía- pronosticaron menos, porque no tienen en cuenta que el sector está dividido en: cultivos de ciclo corto, a los que les fue bien y en donde se ubica el café, que creció en 36,6 por ciento; el de cultivos permanentes, al que no le fue tan bien y el pecuario, donde se incluye el ganado bovino y porcino y las aves".
Este gremio, dice Mejía, no esperó nunca un impacto negativo del invierno sobre el agro, porque la inundación de cultivos solo fue del 8 por ciento.
"Es como si tuviéramos 100 hectáreas de tierra; 92 estaban produciendo y 8 no".
Lo que sí advierte Mejía es que la dicha no durará tanto.
El sector manufacturero, por su parte, se mantuvo dentro del promedio, con un crecimiento de 5,1 por ciento en el trimestre, mientras que el comercio respondió mucho mejor, con un resultado de 6,7 por ciento.
Mejoran las proyecciones
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Aunque el Gobierno, a través del DNP, confirma que prefiere ser conservador y sigue anclado en el 5 por ciento, como proyección de crecimiento para el año, en los mercados, la situación es distinta.
Interbolsa, por ejemplo, estima que en el año, el país podría estar creciendo 5,4 por ciento, previendo que minería y comercio sigan liderando la productividad y se les sume el transporte, que ya muestra indicios de querer despegar con fuerza. Daniel Niño, analista de Bancolombia, dice que aunque el dato de ayer fue muy bueno, siguen parados en 4,8 por ciento para el año. Aun así, auguran que el segundo trimestre puede ser mejor. "Destaco el resultado de las exportaciones, que crecieron 11,5 por ciento, y el alto consumo en los hogares, que de abril a junio va mucho mejor".
Si el PIB sube, de qué le sirve a la gente
El alborozo que hay en los mercados y entre los analistas, por el crecimiento del producto interno bruto, usualmente es visto por el resto de colombianos con indiferencia, sobre todo porque en Colombia, el hecho de que haya más producción económica no se siente en el bienestar de los ciudadanos.
Según el ex ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, "para que el crecimiento del PIB le llegue a la gente se necesita que crezcan el empleo y los salarios reales o el ingreso de los trabajadores independientes".
El especialista advierte que estas condiciones no se han dado mucho en el país. "Particularmente, el empleo ha sido un lunar en nuestro desempeño económico por mucho tiempo. Si en las encuestas de hogares este indicador no muestra mejoría, no hay lugar a mucho festejo".
Según la Encuesta de Hogares, la desocupación en el primer trimestre del 2011 fue de 12,4, frente al 13 por ciento en el mismo periodo del 2010.
La razón por la que el crecimiento de la economía no cambia significativamente esa cifra es porque depende del sector que más impulse. "Si lo hace un sector como minas, que tiene alta inversión de capital, pero requiere poca mano de obra, no se reflejará", afirma Jorge Bustamante, director del Dane. Ricardo Sánchez, ministro(e) de Agricultura, también se muestra esperanzado en que pronto se verán efectos en la gente. "El dinamismo mostrado por el crecimiento del PIB nacional y el del agro se reflejará en generación de empleo formal".
Así está Colombia frente al vecindario
La Cepal dijo en mayo pasado que esta era la década dorada de América Latina, en referencia a que este continente tuvo un incremento del 40 por ciento en inversión extranjera directa. Las cifras trimestrales de crecimiento en varios países así lo confirman. Chile y argy llevan la delantera, con un PIB de 9,8 por ciento el primero, y de 9,9 por ciento el segundo.
Perú también sigue creciendo a tasas muy altas. En el trimestre se expandió en 8,8 por ciento, lo que se considera como la cifra más baja en los últimos tiempos, efecto que se le atribuye a la caída de la inversión privada, por la expectativa que generó el debate electoral entre Fujimori y Humala.
Entre tanto, Brasil, economía que es punto de referencia en América Latina, se ubicó por debajo de Colombia, con un 4,2 por ciento. Ese resultado, según dicen los analistas, se debe a las medidas que ha tenido que tomar ese país para contener la inflación.
Para Colombia, el 5,1 por ciento logrado en el trimestre es la cifra más alta, en comparación con iguales trimestres de los los últimos tres años.
Redacción de Economía y Negocios
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