Este año trajo varias decepciones y despedidas en el ámbito tecnológico. No se trató de un año marcado por revoluciones. Se presupuestaba el auge de los relojes inteligentes, pero las ofertas presentadas no terminaron de calar entre los consumidores. El Galaxy Gear, de Samsung, para empezar fue objeto de críticas por parte de los medios especializados. Según reportes de la cadena de tiendas Best-Buy, por lo menos el 30 por ciento de los clientes devolvieron el producto porque incumplió sus expectativas. Se esperaba que otras empresas fuertes del sector se unieran a la nueva tendencia, pero no lo hicieron.
Apple quedó en deuda con el iWatch. Tampoco se conocieron detalles de la apuesta de Google, si bien el gigante de las búsquedas adquirió la empresa Wimm, especializada en el diseño de estos desarrollos tecnológicos para vestir.
Apple decepcionó con el iPhone 5C. Se vaticinaba una versión económica del teléfono inteligente, pero el iPhone 5C no resultó ser tan barato, ni cumplió con los deseos de los compradores. Las carcasas de colores no terminaron de gustar y la relación precio-beneficio no resultó atractiva para el público. A mediados de noviembre, medios especializados como iClarified y Digitimes reportaron que la compañía de Cupertino había decidido recortar la producción de su iPhone 5C a la mitad. Los operadores nacionales confirmaron la tendencia: el iPhone 5C no vendió bien en Colombia comparado con el iPhone 5S.
Facebook comenzó el año con grandes anuncios. Querían tomarse el mercado de teléfonos inteligentes, pero sus esfuerzos resultaron en vano. En abril presentaron Facebook Home, una aplicación para mejorar la integración de Android con la red social. Sin embargo, tuvo una fría acogida por parte de los usuarios. Días después de su lanzamiento, su calificación en la tienda de Google (Play Store) no superaba las tres estrellas. Junto con Facebook Home, lanzaron el HTC First, un teléfono inteligente de gama media equipado con Facebook Home. HTC dejó de producir el ‘smartphone’ apenas unos meses después de su aparición en el mercado.
BlackBerry comenzó el 2013 llenó de esperanzas. Renovaron su línea de productos con el BlackBerry Z10, el BlackBerry Q5 y el BlackBerry Q10. Además, presentaron una nueva versión de su sistema operativo: El BlackBerry 10. El plan era revivir una marca golpeada por decisiones incorrectas y tardías. Para julio de 2013, el entonces CEO de la firma, Thorsten Heins, reconoció que habían fallado. Las bajas ventas no impulsaron a la empresa en la dirección deseada. Heins fue despedido de BlackBerry a medidos de octubre.
Además, el lanzamiento de BlackBerry Messenger para Android y iOS se retrasó por motivos no claros. Durante el cuarto trimestre, la canadiense perdió 4.400 millones de dólares con respecto al mismo periodo del año anterior. En el tercer trimestre ya había perdido 1.000 millones.
La japonesa Panasonic, por su parte, experimentó un periplo de dificultades. Durante el 2013, cerraron una planta de fabricación de plasma y acabaron con su línea de teléfonos inteligentes, tras registrar pérdidas por 15.000 millones de dólares durante los últimos dos años. La empresa china Acer fue otra de las casas perdedoras de 2013. Despidieron a su CEO, JT Wang, después de reportar pérdidas netas por 442 millones de dólares. Para empeorar la situación, rescindirán el contrato del 7 por ciento de sus empleados en 2014.
En el área de las consolas, Nintendo no logró mejorar sus cifras de la mano de su última consola, la Wii U. La firma nipona reportó pérdidas por 187 millones de dólares en el último semestre. Apenas ha vendido un aproximado de 6,30 millones de Wii U desde el lanzamiento de la consola en noviembre de 2012.
Despedidas
Varios grandes de la historia del software desaparecieron este año: Winamp, un reproductor de música con más de quince años de antigüedad, fue descontinuado por AOL, la empresa propietaria. Su último día fue el pasado 20 de diciembre. Reader, una plataforma que permitía leer RSS fue retirado del catálogo de productos de Google. Altavista, uno de los buscadores más populares de los noventa, también dejó de existir y Microsoft despidió su programa de mensajería instantánea Windows Live Messenger. Por último, Hotmail desapareció como marca de forma definitiva y dio paso a Outlook.
Otra de las despedidas más sonadas fue la de Steve Ballmer como CEO de Microsoft. Ballmer se retiró de la compañía tras una gestión marcada por grandes aciertos y equivocaciones. Por otro lado, Nokia fue comprada por la creadora de Windows 8, cuyo últmo sistema operativo no ha terminado de convencer.
Para terminar, cabe recordar que Kodak dejó de producir acetato para películas fotográficas, con lo que se firmó el acta de defunción del soporte clásico para productos audiovisuales.
REDACCIÓN TECNOLOGÍA
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