Primero un sector, luego otro. Que si falta leche y carne, luego autopartes, luego alguna medicina. El goteo de noticias sobre escasez de productos en Venezuela hoy es un tsunami gracias a la inmensa deuda que sostiene el Gobierno (que controla la administración de divisas desde hace 10 años) con prácticamente todos los sectores de la economía nacional y que se agravó el año pasado con la devaluación de la moneda ocurrida en febrero.
Tras esta sobrevino un paulatino cese de los pagos oficiales a industrias, empresas e importadores de toda índole y que hoy suman una deuda de más de 13.000 millones de dólares.
A pesar de la caída en sus reservas internacionales (pasaron de 35.000 millones de dólares a 21.500 en un año y medio) voceros del Gobierno aseguran que cuentan con 42.200 millones de dólares para cumplir sus compromisos internos de este año. Sin embargo, no quedó claro si dentro o fuera de este monto se puede incluir la deuda mencionada.
La robustez de la economía petrolera venezolana es la principal carta que muestra el Gobierno, pero es de la que más dudan los economistas, pues aunque la estatal petrolera PDVSA (que a su vez tiene una deuda consolidada de 43.000 millones de dólares) solía entregar al Banco Central de Venezuela más de 90 por ciento de sus ganancias por exportación de crudo, el año pasado esas entregas apenas fueron del 53 por ciento, según un documento elaborado por 47 reconocidos economistas venezolanos.
El resto del dinero que necesita la economía –explican– fue financiado con dinero inorgánico emitido por el Banco Central y gastado en asuntos muy lejanos al refuerzo del aparato productivo. Esto explicaría, entre otras cosas, la impactante inflación acumulada de 56,2 por ciento en el 2013.
La escasez de medicinas es de los temas más sensibles para los venezolanos estos días. El presidente de la Cámara Farmacéutica, Freddy Ceballos, gentilmente elude en un programa de TV cuáles son las medicinas que más escasean.
“No hay medicamentos prioritarios, todos son indispensables”, dice, pero una visita a cualquier farmacia o laboratorio confirma la escasez en antirretrovirales y medicamentos para tratar el cáncer y la diabetes, entre otros.
Para importar algunas y fabricar otras en el país –además de reactivos para laboratorios– el Gobierno adeuda más de 2.700 millones de dólares, sin contar con estimaciones de la Asociación de Equipos Médicos y la Asociación de Clínicas y Hospitales, quienes suman a este monto más de 1.500 millones en deudas para la importación de materiales quirúrgicos que afectan desde las radioterapias hasta prótesis, pasando por yesos, material para rayos X y equipos de hemodinamia. Los farmaceutas advierten que tienen, en promedio, 15 días de inventario.
Comida, de lo más grave
En cuanto al sector alimentos, la Cámara Venezolana emitió un comunicado pidiendo al Gobierno la liquidación de 2.460 millones de dólares para las diferentes empresas fabricantes: “La ausencia de pagos limita la posibilidad de utilizar líneas de crédito por lo que muchos proveedores han comenzado a detener los despachos de materia primera e insumos necesarios para la producción”, apunta el documento, advirtiendo que además las deudas alcanzan a equipos y repuestos para la producción agrícola. La gigante Empresas Polar (que fabrica la harina para las arepas, entre otros) hizo lo propio, señalando que el Estado les adeuda más de 420 millones de dólares y que en algunos casos, las deudas tienen más de 10 meses, por lo que también advierten agotamiento de los inventarios.
La deuda con las aerolíneas internacionales alcanza los 3.600 millones de dólares, y para evitar que el monto siga aumentando, la gran mayoría han llevado al mínimo (o suspendido por completo) la venta de tiquetes.
Desde comienzos de año el Gobierno ha ofrecido pagar con combustible y bonos a algunas –como a Avianca, a la que deben casi 300 millones de dólares–, pero reportes de prensa destacan que esos pagos aún no se hacen efectivos.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas
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