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Naufragó el buque Esperanza, que servía de Hos

NotaPublicado: Mar, 24 Jun 2014, 07:57
por LSamia
Naufragó el buque Esperanza, que servía de Hospital en el Pacífico

El barco que durante más de 20 años sirvió de hospital a cientos de habitantes de caseríos olvidados del Pacífico zozobró en un muelle de Buenaventura.


La clinimóvil La Esperanza, el ‘hijo’ amado de 21 años del médico bonaverense Emiro González Paz, se fue literalmente al fondo del mar.


Sucumbió ante la fuerza de las aguas de la bahía, pasadas las 3 de la madrugada del domingo. Unas versiones dicen que un tronco o un azote del oleaje pudieron haber roto el casco de la nave y volcarla, pero todavía no hay claridad de las causas.


El barco estaba anclado en el muelle privado Bahía Cupica, donde le habían abierto un espacio para permanecer cuando no estuviera en las misiones médicas.


El propio González, director de la Fundación que lleva el nombre del barco, llamaba el lunes a la solidaridad para actuar antes de que se vaya al fondo del mar y recuperar los equipos médicos.


Recordó que durante este tiempo recorrieron los cuatro departamentos de la Costa Pacífica: Chocó, Valle, Cauca y Nariño, desde los límites con Panamá al norte, hasta con Ecuador al sur.


En sus travesías, el barco hospital ha atendido al menos a 25.000 personas de escasos recursos, en atención de primer nivel, especialmente en vacunación para niños, atención prenatal a las mujeres y consultas generales.


“Recorrimos todo este cordón del Pacífico, que es una franja tropical donde enfermedades como el paludismo y parasitismo son abundantes y la atención de un millón y medio de habitantes resulta deficiente”, aseguró con nostalgia González Paz.


Todas las esperanzas de este hombre de querer llevar salud y atención a los más necesitados quedaron a merced de quien podría considerarse su mejor amigo, el mar, que también ‘se lo tragó’.


La Esperanza tenía una tripulación de 13 personas, entre capitán, marineros, médicos y enfermeras. Tenía cuatro consultorios médicos, zonas para enfermeras y laboratorios clínicos.


Las pérdidas pueden superar los 2.000 millones de pesos, según González.


REDACCIÓN CALI



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