Fiebre de dólares en las Farc por caletas que enterr&
– ‘Silver’ está muerto.
– ¿Qué? Repita por favor.
El radioteléfono soltó un sonido seco que se escuchó por la banda de 700 megahercios. Una voz ronca pidió repetir el mensaje.
– Repita, que no se copió.
– Que ‘Silver’ está muerto. Pase la voz.
– ¿Está seguro?
– Seguro, confirmado.
El mensaje, transmitido por las comunicaciones del frente 57 de las Farc, dio testimonio de la muerte de Virgilio Antonio Vidal Mora, alias ‘Silver’, jefe de esa estructura militar, encargada del tráfico de drogas, que el grupo guerrillero controla por el Darién, en la frontera con Panamá, y el noroccidente del Chocó.
Investigadores de la Dirección de Inteligencia de la Policía (Dipol) localizaron su campamento en la vereda La Nueva, del municipio de Riosucio (Chocó), donde aviones de la Fuerza Aérea descargaron varias bombas que provocaron la muerte del “mágico” capo del 57. (Así cayó alias Silver, el jefe del frente 57 de las Farc).
Uno de los secretos que el jefe guerrillero se llevó a la tumba es la ubicación de 15 caletas donde enterró 10 millones de dólares.
“José David Suárez, alias el ‘Becerro’, creó una comisión de 10 guerrilleros de las compañías ‘Ever Ortega’ y ‘Wilson Córdoba’ para buscar los sitios en Acandí y Munguidó, donde ‘Silver’ cobraba un impuesto en dólares a traficantes de Antioquia por cada kilo de cocaína que movían en la región”, dijo el oficial que coordinó el operativo.
En el destruido campamento de ‘Silver’, los agentes de la Dipol decomisaron un computador en el que el jefe guerrillero tenía las claves de sus comunicaciones radiales y telefónicas. La interceptación de varias llamadas realizadas por el ‘Becerro’ a mandos como ‘Iván’ o ‘Galeano’ y a ‘Ignacio Quintana’ reveló una llamada de atención para que frenen la creciente deserción de guerrilleros del 57, motivados por el afán de encontrar las guacas millonarias que dejó ‘Silver’. (Vea cómo celebran los guerrilleros en las selvas del Pacífico).
“En junio del año en curso desertaron cuatro compañeros por el Pacífico y se robaron una caleta con 1.246 cargadores que estaban bajo tierra. En marzo desertó ‘Marlon’ y se robó todo lo que se había recaudado en la zona de Acandí, que en concreto no sabemos cuánto se llevó”, dice el texto del mensaje del Becerro, hallado en el computador.
Desde el 2009, ‘Silver’ hizo crecer las finanzas del 57 decomisando los cargamentos de cocaína que narcos de la ‘oficina de Envigado’ y la banda los Urabeños’ sacan por el golfo de Urabá, por el sector de Sapzurro. Por cada tonelada, los precios oscilaban entre 800 millones y mil millones de pesos.
En un correo con fecha 26 de mayo, ‘Iván’, jefe de la compañía ‘Wilson Córdoba’, le informa al ‘Becerro’ que ‘Silver’ se apropió de media tonelada de cocaína de un grupo de narcotraficantes que pagaba impuesto a las Farc por dejar pasar la droga.
“A 15 minutos de Juradó, el comandante ‘Silver’, del 57, detuvo la lancha Adán con cuatro tripulantes, llevaba 872 kilos de mercancía y habían cancelado el impuesto al bloque móvil. El dueño es amigo de ‘Herminzón’, el que mueve material de guerra, si puede hacer el favor de arreglar ese problema”.
Negocios con el ‘Chapo’ Guzmán
En junio del 2011, el secretariado de las Farc ordenó a Édgar López, alias ‘Pacho Chino’, jefe del bloque Occidental, y a ‘Joaquín Gómez’, jefe del bloque Sur, entregarle al 57 la producción de cocaína de los frentes 30 y 48, para ser enviada hacia Costa Rica y de ahí a México. ‘Silver’ y el ‘Becerro’ crearon una comisión de enlace con ‘Pacho Chino’ para subir hasta Chocó ocho toneladas de droga por mes. Cada tres o cuatro días se subían entre 300 y 500 kilos de cocaína, a lomo de mulas o transportados por grupos de indígenas waunanas o emberas, que los entregaban en ranchos construidos para almacenarla.
Semanas después, la droga era trasladada a Bahía Solano y Cabo Marzo para despacharla en lanchas go fast por rutas controladas por emisarios del cartel de Sinaloa, que viajaban hasta Buenaventura y establecían contacto con ‘Silver’ para el envío de los cargamentos.
“El 57 fue creado por ‘Iván Márquez’ cuando era comandante del bloque Noroccidental, que opera en el Urabá antioqueño y Chocó. Tenemos documentos de computadores incautados a esa estructura que muestran los negocios de cocaína que las Farc tienen con el cartel mexicano de Sinaloa, que lidera Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán Loera”, aseguró el investigador que estuvo detrás del frente 57.
La alianza de Guzmán Loera y el frente 57 se pactó a la luz de un acuerdo con ‘los Zetas’, que trabajaban para el cartel del Golfo, bajo las órdenes Heriberto Lazcano, el verdugo. Enfrentado a una cruenta guerra por el dominio de las rutas del Pacífico, el ‘Chapo’ se comprometió a compartir con Lazcano los cargamentos que le enviaba un ‘socio’ colombiano, vía Costa Rica y Honduras, a través de lanchas rápidas y semisumergibles.
Un sobrino de Guzmán se reunió con el jefe de ‘los Zetas’ y le aseguró que las Farc enviaban hasta tres toneladas de cocaína, “que su tío pagaba por adelantado”. Voceros de las Farc, especialmente algunos de los negociadores en La Habana, han negado los vínculos con las organizaciones mejicanas del narcotráfico.
El traqueto
En de uno de los correos hallados en sus computadores, un guerrillero conocido como Juan José, quien hace las veces de contador, le reporta a ‘Silver’ el número de lanchas en poder de las Farc, a las que denomina “motores”, para cargar la droga, y entrega un balance de las inversiones:
“Sobre el área de Bojayá, Munguidó, Truandó y río Ciego tenemos 15 motores 40 y 10, 75 botes sobre el mar Pacífico. Motores 15 y 9, 22 en total. Motores 200 tenemos 8 en total. Mal contados, del 57, tenemos alrededor de 48 entre grandes y pequeños.
“Tenemos en total dinero impuesto mafia: 2.550’000.000.
“En caletas tenemos 300 cargadores.
“Inversión legal: 1.959.000.000”.
Gracias a estos correos y a documentos hallados en los operativos contra el frente 57, la Policía ha establecido que José Cleofás Mosquero Hurtado, alias el ‘Pana’, ha sido la pieza clave para que las Farc saquen droga desde Sapzurro hasta la población panameña de La Miel, en la frontera.
Oriundo de la comunidad darienita de Yaviza, el ‘Pana’ fue integrante de la Policía del vecino país y conoce la zona de frontera como nadie, sus actividades policiales cubrían las provincias indígenas de Chepigana y Pinogana y el control por los ríos Chucunaque, Tuira y Balsas. De ahí que conozca rutas por donde se pueden movilizar cargamentos de cocaína, que pasan al lado del Darién panameño.
Debido al alto flujo de ingresos, ‘Silver’ llevaba una vida de opulencia y lujos. En junio pasado llegó a uno de sus campamentos mostrando un diente de oro que, según él, se hizo implantar por un odontólogo de Medellín.
“Pagó 5 millones por el implante. Encontramos fotografías con un sombrero vueltiao y unas gafas negras que, según les decía a los guerrilleros, las había mandado traer de Panamá. Llevaba la vida de un traqueto de selva”, dijo el investigador de la Dipol.
La muerte de ‘Silver’ ha afectado las finanzas del bloque ‘Iván Ríos’. El jefe del 57 invertía 2.500 millones mensuales en el sostenimiento de la infraestructura logística para el narcotráfico, la compra de armas y las ayudas para las familias de los jefes de comisiones y compañías, que alias el ‘Becerro’ calculó en 75 millones de pesos por cada núcleo familiar.
Además, los negocios con el cartel de Sinaloa quedaron en un punto muerto. Las Farc no han logrado entregar tres toneladas de cocaína a la organización del ‘Chapo’ Guzmán, que se encuentran represadas en la zona de Acandí (Chocó), debido a las operaciones militares y de la Policía.
“Más temprano que tarde, las Farc, con el frente 57 a la cabeza, entrarán en conflicto con el cartel de Sinaloa por el incumplimiento en la entrega de cargamentos de droga. El ‘Chapo’ sabe que sin los envíos de cocaína suministrada por la guerrilla no habrá ingreso de millones de dólares a su organización para sostener el enfrentamiento que tiene con el cartel de la familia y los hermanos Beltrán Leyva”, aseguró el investigador de la Policía.
Contra ‘Silver’, el FBI, de Estados Unidos, elevó una orden internacional; la DEA llevaba un pormenorizado récord de sus actividades de narcotráfico y sobre él pesaba una orden de captura con fines de extradición. Además, su desaparición suspendió flujos por 4.000 millones de pesos para el secretariado de las Farc, canalizados a través de Hermilio Cabrera Díaz, alias ‘Bertulfo’, integrante del estado mayor del grupo guerrillero y hombre de confianza de ‘Timochenko’, jefe máximo.
Cae en Panamá ‘Alexis’, el encargado de la droga
El Servicio de Fronteras y la Policía de Panamá capturaron hace una semana a Yamil Mosquera Horado, alias ‘Alexis’, hermano de alias el ‘Pana’, el jefe guerrillero que asumió el mando del frente 57 de las Farc luego de la muerte de alias ‘Silver’.
Alias ‘Alexis’ manejaba el tráfico de drogas hacia México en la frontera de Colombia con Panamá, que las Farc controlan.
En el momento del operativo, Mosquera tenía en su poder un fusil AK-47 y 100 kilos de cocaína. Se movilizaba en una camioneta con otras 4 personas, que pertenecían a su cuerpo de seguridad.
JOSÉ GREGORIO PÉREZ
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
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