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Un crucero aéreo, la nueva forma para pasear VIP en E

NotaPublicado: Jue, 21 Jul 2011, 12:54
por CSanos
Un crucero aéreo, la nueva forma para pasear VIP en Estados Unidos

Este es un viaje de aventura y relax. No hay que preocuparse por nada. Nada es nada: ni por los check in en los aeropuertos y en los hoteles y menos por cargar las maletas.


Dejarse atender y disfrutar es la única condición del Air Cruise o crucero aéreo, un nuevo servicio de lujo que se está imponiendo en los Estados Unidos.


Un crucero en un avión? Bueno, no literalmente. No es que sea una aeronave gigante, dotada con la infraestructura de los buques. Es un  jet  privado, pequeño y confortable, con la capacidad de movilizar a los turistas a diferentes destinos de ese país, en trayectos cortos.


El transporte exclusivo, que libra al viajero de los engorrosos trámites en los aeropuertos y de recorridos en carretera de hasta 30 horas, es apenas una de las ventajas de este servicio. Las rutas son lo más fascinante. En este caso, las Cataratas del Niágara, una fábrica de chocolates, una ciudadela alrededor de la ancestral comunidad amish y la siempre encantadora Washington.


El Niágara, en un jet privado


Esta maravilla natural es uno de los principales destinos del Air Cruise, el servicio turístico de lujo que está de moda en Estados Unidos.


Agonizaba la primavera en Estados Unidos. Los periodistas, invitados a conocer el Mauiva Air Cruise -de diferentes países-, nos reunimos en Nueva York. La cita era en el hotel Hudson, pegado del Central Park. Al día siguiente comenzaría el recorrido. Un paseo nocturno de dos horas por Times Square, y a dormir. 


Un bus de lujo nos esperaba. De ahí salimos rumbo al aeropuerto a abordar el  jet  que nos transportaría durante todo el viaje.


Este, al igual que todos los aeropuertos del Mauiva Air Cruise, es privado. Así nos libramos de escalas, conexiones y transbordos, y del casi siempre engorroso  check in . 


En 45 minutos aterrizamos en la ciudad Niágara, en el estado de Nueva York, donde quedan las famosas cataratas, en la frontera con Canadá. 


El  tour  contempla toda una exploración de esta maravilla natural: expedición por cavernas misteriosas y un recorrido en un bote que se adentra en las caídas de agua; todo, en el área compartida entre Estados Unidos y Canadá. En mi caso, no tenía visa canadiense, así que tuve que separarme del grupo porque no podía ingresar al vecino país. 


En un carro rentado arribé hasta el hotel Sheraton de Niágara, a tres cuadras del parque nacional Niagara Falls. 


Da la impresión de que todo el agua del mundo se desborda en este lugar. Las Cataratas del Niágara, con sus furiosos chorros de agua, son un paraíso, pero un paraíso distinto: turbulento. Lamenté perderme del grupo, pero luego agradecí haberme quedado solo. Tuve un día para contemplar las cataratas, como hipnotizado, descansando sobre los jardines que la bordean. 


Caminé por el bosque que antecede a las caídas de agua y hasta dormí un buen rato, cobijado por el despejado firmamento y arrullado por el rumor del alborotado río. Al día siguiente me encontré con mis compañeros y retomamos el viaje rumbo a Harrisburg, en el estado de Pensilvania. A las 9 a.m. aterrizamos, abordamos un bus y partimos hacia la ciudad de Hershey.


60 minutos


Esto es lo que dura el viaje en el avión de Mauiva Air Cruise desde Nueva York hasta las Cataratas del Niágara. La aeronave tiene capacidad para 40 pasajeros. Este servicio se presta desde Nueva York y Los Ángeles.


Descubriendo a los amish


Es allí donde fabrican los chocolates Hersheys. Todo allí gira al rededor de los sabrosos bocados. Los postes de luz tienen la figura de los  kisses  en la punta. Además de la fábrica, hay un parque de atracciones, un centro comercial donde venden recuerdos y una escuela para catar cacao. Allí, incluso, pude preparar mi propio chocolate. 


La siguiente parada fue en Amish Country, en Lancaster, a 20 minutos. Es un complejo turístico creado alrededor de los amish, comunidad étnica y religiosa que se rehúsa a las comodidades del mundo moderno y cuyo estilo de vida, místicamente sencillo, ha inspirado libros y películas. Los amish son esquivos ante la mirada curiosa de los turistas, pero poco a poco han cedido al rigor de sus convicciones; algunos alquilan sus viviendas para que los forasteros puedan conocer cómo viven, ofrecen sus mermeladas y conservas -todo orgánico- y guían recorridos en sus legendarias carrozas. 


Un viejo amish, con su barba larga y su sombrero negro, se despidió con un guiño de ojo. Esa noche dormimos en Lancaster, en un hotel campestre; mi ventana daba a un campo de golf y a un lago plateado. Al tercer día aterrizamos en Washington.


La primera visita fue al monumento al presidente Abraham Lincoln. Cerca quedan los monumentos a los veteranos de las guerras de Vietnam y Corea, con figuras a escala real de los soldados. 


Cómo dejar de tomarse la foto en dos de los íconos estadounidenses por excelencia: la Casa Blanca y el Capitolio Nacional. A pocas cuadras empieza el Instituto Smithsonian, conformado por 19 museos de diferentes temáticas, y todos gratis. El del Aire y el Espacio es uno de los más concurridos. Pero el que más me gustó fue el de Historia Natural, que cuenta, entre sus 125 millones de piezas, con figuras de elefantes y jirafas.


Por ser un viaje para la prensa, la agenda fue un tanto apretada. Duró tres días. Pero el Air Cruise -que dura entre seis y siete días- ofrece mucho tiempo libre para que el turista pueda descubrir el destino por su cuenta, además de las visitas guiadas.


Tenga en cuenta esto si quiere realizar el viaje


Los colombianos necesitan visa para ingresar a Estados Unidos. El Mauiva Air Cruise solo se puede abordar en Nueva York o en Los Ángeles, dependiendo de la ruta. El turista debe llegar a estas ciudades por su cuenta.


El recorrido de esta nota (5 noches y 6 días) cuesta desde 1.499 dólares en habitación doble, con transportes aéreos internos, desayuno y cena, hospedaje en hoteles cuatro estrellas, impuestos, propinas y entradas a los atractivos.


El otro tour recorre Monterrey y Carmel, San Francisco, Sausalito, Muir Woods y el condado de Sonoma, el Parque Nacional Yosemite, Las Vegas, la represa Hoover Dam, el Gran Cañón y el Cañon Bryce. Dura 6 noches y 7 días y cuesta desde 1.799 dólares con los mismos servicios. Pregunte por el programa Fly, stay & drive, que es más económico.


Informes: En su agencia de viajes de confianza


Cómo llegar?


Los colombianos pueden viajar a Nueva York vía JetBlue, desde Bogotá, con escala en Orlando. Reserve su tiquete con tiempo, para lograr un mejor precio. Tel. 01800-9-156761.


Esta es la página de la aerolínea jetblue , donde hay promociones:  www.jetblue.com


Invitación de Mauiva Air Cruise y JetBlue


José Alberto Mojica Patiño
Enviado especial de EL TIEMPO
Estados Unidos



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