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Historia de un juez argy y sus supuestos prostíbulos

NotaPublicado: Vie, 05 Ago 2011, 08:54
por oqonue

Raúl Eugenio Zaffaroni es uno de los hombres de leyes más respetados de argy y de América Latina. Desde el año 2003 es uno de los más sobresalientes magistrados de la Corte Suprema de Justicia.


Sin embargo, Zaffaroni quedó envuelto en un escándalo político desde que una ONG que lucha contra la trata de personas lo denunció por ser el propietario de seis apartamentos en esta ciudad en los que se ejerce la prostitución.


La ONG La Alameda, a través de su representante Gustavo Vera, presentó la denuncia ante la justicia. Primero, por la existencia de un departamento monoambiente en la calle Vicente López, en pleno barrio de la Recoleta, el pasado 22 de julio. El juez Zaffaroni se defendió diciendo que para él era una sorpresa, ya que la renta la manejaba una agencia inmobiliaria.


Días después, Vera volvió a la carga, denunciando que en seis de los 15 apartamentos pertenecientes al penalista de más renombre en argy se ejercía el oficio más antiguo de la humanidad.


Este miércoles, La Alameda amplió su denuncia, diciendo que tiene la sospecha de que en esos seis departamentos habría "trata de personas".


No es casualidad


"En un departamento puede ser casualidad, pero en seis es imposible. Nosotros pedimos a la justicia que investigue, y que investigue a Ricardo Montivero, apoderado del juez Zaffaroni, ya que fue citado por todos los testigos", explicó Vera, quien quiere que se dé a conocer la relación exacta del magistrado "con esta red de prostitución".


Montivero es sindicado como un amigo de Zaffaroni, quien trabaja a su lado desde hace muchos años, según fuentes cercanas al ministro de la Corte, y cuyo nombre aparece como titular de varias líneas telefónicas en los inmuebles propiedad del juez.


Según Vera, desde 2009 se advirtió a Zaffaroni que en uno de sus apartamentos se ejercía la prostitución, pero al parecer ni él ni su apoderado reaccionaron. Además, existen pruebas de que la renta que los inquilinos pagaban por esos inmuebles era superior a la del mercado.


"Quieren desbordarme emocionalmente", fue lo primero que dijo Zaffaroni, de 71 años, con más de una docena de doctorados Honoris Causa en todo en diversos países.


El magistrado reconoció que en algunas de sus propiedades se ejercía la prostitución, pero alegó que él "desconocía" esa situación hasta ahora y que buscará desalojar a los inquilinos. Además, insistió, "Si después de 30 años (de profesión) me propusiera cometer un delito, no lo haría con departamentos de mi propiedad... sería un tonto".


Este miércoles, aseguró que las denuncias en su contra son "políticas, quieren forzar mi renuncia de la Corte y yo no voy a renunciar ahora". La Corte ha pedido "darle la oportunidad" al magistrado de demostrar su inocencia.


A nivel político, el sacudón fue total. Mientras el gobierno de Cristina Kirchner guarda absoluto silencio al respecto, la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados está haciendo las consultas necesarias para convocar al magistrado la próxima semana. Zaffaroni dijo que no tiene problemas en concurrir a dar explicaciones sobre el caso.


"El mecanismo correcto es someterlo a juicio político y que se defienda. Zaffaroni es demasiado brillante para no saber que en sus apartamentos se ejercía la prostitución; sabemos que estaba al tanto por las denuncias y las quejas que habían formulado los vecinos", señaló la candidata a la presidencia Elisa Carrió.


El también postulante a la presidencia Ricardo Alfonsín pidió la dimisión del magistrado, aunque el ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra, mano derecha del candidato, dijo que "es muy prematuro pedirle la renuncia". Otros aspirantes, como el socialista Hermes Binner, se limitaron a decir que el juez "tiene que utilizar los mecanismos de la Justicia para explicar lo que tenga que explicar".


Beneficio de la duda


En medio del escándalo, el colegio de Abogados y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, salieron en defensa del magistrado. "No existe ningún cuestionamiento a la conducta del doctor Zaffaroni en relación a las sentencias que ha dictado la Corte ni al desempeño en su función", puntualizó el máximo juez de la Corte. De hecho, hasta que no se existan pruebas sobre una posible complicidad con una red de trata de personas, el juez no habría incurrido en un delito por ser locador de los apartamentos, sino en una cuestión netamente ética.


Después de una larga carrera como juez penal y como profesor universitario (en centros como la Universidad Veracruzana, en México) y de ser autor de una prolífica obra en jurisprudencia, entre otros el Manual de Derecho Penal (editado en México), Zaffaroni fue designado, en 2003, por el hoy fallecido ex presidente Néstor Kirchner, para acceder a una de los nueve lugares de la Corte Suprema.


Desde entonces, su cercanía política con el gobierno fue algo que miembros de la oposición como Carrió le cuestionaron permanentemente, aunque siempre se le reconoció su profesionalismo y su condición de ser uno de las personas públicas más respetadas del país, aunque ahora se vea atosigado por el escándalo.


"Esto se ha convertido en un vendaval político insólito en el que me encuentro envuelto. Algo que debió resolverse en el ámbito de un consorcio pasó a ser una cuestión nacional en medio de una campaña electoral, cosa que lamento" concluyó Zaffaroni.


Pero ya se trate de una campaña, o no, lo cierto es que Zaffaroni tendrá que explicar y demostrar ante la Justicia que era ajeno a cualquier organización ligada al ejercicio de la prostitución en los apartamentos de su propiedad convertidos en prostíbulos.


EL UNIVERSAL (MXICO)
GDA



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