Anders Behring Breivik, el sospechoso de haber cometido los ataques en la ciudad de Oslo, admitió su responsabilidad.
El hombre, de 32 años, "admitió su responsabilidad", dijo su abogado Geir Lippestad al canal de televisión.
El sospechoso "explica que fue cruel pero que debía llevar a cabo esas acciones", agregó señalando que fueron "evidentemente planificadas desde hace mucho" tiempo.
Behring Breivik es sospechoso de haber matado al menos a 92 personas en dos ataques el viernes en Oslo y sus alrededores, 85 de ellas murieron por disparos en un campamento de verano organizado por la juventud del Partido Laborista (en el poder) en la isla Utoya a unos 40 km al oeste de la capital y otras siete por la explosión de un coche bomba en el barrio de Oslo donde se halla la sede del gobierno.
Los hechos lo hacen una de las fechas más luctuosas en la historia de Noruega y de Europa en general.
En el primero, una bomba sacudió el centro de Oslo, en los alrededores de la sede del Gobierno y les quitó la vida a siete personas. (Vea acá fotografías de la explosión en Oslo, Noruega).
Y dos horas después, Behring Breivik habría disparado contra una multitud de jóvenes en un campamento en la isla de Utoya, (cerca de Oslo) que esperaban hoy la visita del primer ministro noruego, el socialdemócrata Jens Stoltenberg.
Allí la policía informó en principio de 11 muertos, pero luego, en la madrugada del sábado, el portavoz de la policía, Are Frykholm, soltó la escalofriante cifra: "Al menos 80 muertos".
Los ataques provocaron el rechazo de organizaciones y personalidades del mundo, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien calificó los ataques de "sin sentido".
"El presidente ofreció cualquier asistencia que Estados Unidos pudiera brindar al gobierno noruego al tratar con esta horrible tragedia", dijo la Casa Blanca en un comunicado. "En este tiempo increíblemente difícil, el presidente reafirmó la amistad profunda y de larga data entre Estados Unidos y Noruega", agrega la nota.
De igual forma lo hizo el Papa Benedicto XVI, quien pidió que el pueblo noruego esté "espiritualmente unido" en el rechazo del odio y la violencia. El pontífice se declaró "profundamente apenado" por la noticia sobre la pérdida de vidas causada por actos de "violencia sin sentido" y ofreció sus plegarias por las "víctimas y sus familias".
En tanto, los quince países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU "condenaron en los términos más firmes" el doble atentado."Ellos expresaron su profunda simpatía y sus sinceras condolencias a las víctimas de este acto odioso y a sus familias, al pueblo y al gobierno de Noruega", indicó el Consejo en un comunicado. "Todos los actos de terrorismo son criminales e injustificables, cualquiera sea su motivación".
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon había condenado el viernes los dos atentados.
Atentado no fue de una célula islamista
Según las versiones, Behring Breivik, un hombre blanco de nacionalidad noruega que al parecer estaba vinculado a movimientos de ultraderecha y que fue detenido tras la matanza en el campamento juvenil, también fue visto en los alrededores del complejo de gobierno donde estalló la bomba.
Con esto, se evapora la hipótesis inicial que atribuía los atentados a alguna célula islamista que actuaba en represalia por la participación noruega en las acciones militares aliadas en Afganistán y Libia.
En la isla de Utoya, el infierno se desató en un campamento de las juventudes socialdemócratas (UAF). Hasta allí Behring Breivik habría llegado disfrazado de policía y abrió fuego frente a 600 personas.
"Un hombre con uniforme llamó a jóvenes diciéndoles vengan aquí y los ejecutó sin más", declaró un testigo a la agencia NRK .
Varios jóvenes intentaron huir echándose al agua. "Recibí un mensaje de correo que decía: Disparan, me escondo", contó el padre de una de las jóvenes. La chica le dijo a su padre que no la llamara porque podría darle luces al asesino de su ubicación.
Según varios testimonios, el hombre estaba armado con un fusil automático. Más temprano, una bomba de enorme poder sacudió los cimientos del barrio donde está ubicada la sede de Gobierno.
El espectáculo fue dantesco. Edificios oficiales en ruinas, víctimas que recibían primeros auxilios en aceras cubiertas de cristales: la apacible ciudad de Oslo ofrecía el viernes escenas que parecían salidas de una guerra. Los noruegos se vieron expuestos a una realidad que desconocían a tal punto que pensaron que era un terremoto o una explosión por fuga de gas.
Tras la potente explosión, la ciudad, de 500.000 habitantes, donde cada año se entrega el Premio Nobel de la Paz, tenía un aspecto desolador. La onda recorrió varios kilómetros a la redonda e hizo añicos las ventanas de la oficina del premier Stoltenberg, que no se hallaba allí.
Las construcciones aledañas sufrieron estragos. Según el periódico noruego Verdens Gang (VG), cuyas oficinas se encuentran en la zona del ataque, el cuerpo de una persona inanimada colgaba de una ventana reventada, poco después de la explosión.
Un periodista del diario que estaba trabajando cuando se produjo la explosión dijo haber visto "el infierno". "Lo que vi fueron decenas de personas que corrían por todas partes, gritando y llorando, heridas, cubiertas de sangre", declaró Jon Magnus al diario británico The Guardian.
El presunto asesino
El detenido, un ciudadano noruego, reveló el primer ministro, Jens Stoltenberg, en una comparecencia ante la prensa, iba armado con un fusil automático y, según las investigaciones policiales, está vinculado con el atentado de Oslo.
El hombre tiene vinculación con grupos de extrema derecha, informó la cadena independiente de televisión TV2, que lo identificó como Anders Behring Breivik de 32 años de edad.
El presunto autor se autodefine como nacionalista en varios foros de internet y, de acuerdo con TV2, habría sido sido detenido en 2001 por posesión de armas y explosivos. Durante el registro de su apartamento, las autoridades han encontrado un kilo de explosivos y dos uniformes de policía.
El diario noruego VG revela que es autor de numerosas entradas en una web llamada Document.no, caracterizada por sus posturas críticas con el Islam. En una de ellas asegura que la política actual no consiste en una pugna entre socialismo y capitalismo, sino entre nacionalismo e internacionalismo. Es ahí donde se declara nacionalista. En otros comentarios ataca a los medios por no ser suficientemente críticos con el Islam.
En su perfil de Facebook dice ser director de su propia empresa, dedicada al cultivo de vegetales y asegura tener estudios de religión y economía, aunque no revela en qué universidad.
Se declara admirador de Winston Churchill y del teniente Max Manus, miembro de la resistencia noruega a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, así como amante de la música clásica. Entre sus actividades preferidas figuran los videojuegos World of Warcraft y Modern Warfare.
RESUMEN DE AGENCIAS
- Colombiano vivió de cerca el atentado en Oslo (Noruega)
- Vea acá fotografías de la explosión en Oslo, Noruega
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