- "No mi tío, allá no hemos podido hacer na, porque el man no ha llegado, pero tenemos a seis manes de los Pumarejo ubicados en toda la avenida (...) Pero es que hay bastante gente. Usted qué me dice, les tiro una piña? (granada)".
- "Hágale".
Así, sin pensarlo dos veces, Jhonny Estrada Rivera, jefe de la banda los Urabeños en el Cesar, le ordenó a uno de sus sicarios, alias Cristian, que lanzara una granada contra una familia de Valledupar.
Esta es una de las decenas de interceptaciones que la Policía tiene de Estrada, a quien las autoridades le atribuyen al menos 40 homicidios en el Cesar tan solo en este año.
Estrada y Cristian fueron capturados esta semana en medio de una operación contra los Urabeños. Y la investigación en su contra dejó de nuevo en evidencia los nexos entre los antiguos paras y las nuevas bandas.
La historia criminal de Estrada Rivera se inició en las Auc, donde le decían Rajamuertos porque aprovechaba su cargo en Medicina Legal de Magdalena para desviar las investigaciones: cambiaba las balas que quedaban en los cuerpos de las víctimas por las que le entregaban los paras de Jorge 40.
Estrada trabajó entre 1996 y 2004 en Medicina Legal de Ciénaga (Magdalena) como perito forense y era ficha de Carlos Tijeras, uno de los paramilitares más temidos de la Costa Caribe. (Lea más noticias sobre bandas criminales)
En ese tiempo, señalan los investigadores de la Policía que siguieron sus pasos, alteró decenas de necropsias en Ciénaga, Fundación, Aracataca y Zona Bananera. En su expediente aparece que no solo alteraba peritazgos sino que también era sicario.
Dos años después vino la desmovilización del Bloque Norte, pero Estrada huyó hacia Venezuela mientras se vencían los términos de una orden de captura que tenía pendiente. No contó, sin embargo, con que se trataba de casos de Derechos Humanos que siguieron activos.
El hombre fue capturado en un lujoso apartamento de Cartagena. Ante los investigadores confesó que regresó a mediados del 2008 al país y que desde entonces empezó a trabajar con los Urabeños.
Su versión de ese enganche pondrá a una reconocida abogada de Valledupar a dar explicaciones ante la justicia, pues él asegura que ella lo contactó para que fuera el segundo de Giovanny Ustariz, alias el Indio, quien fue capturado en abril pasado. Ustariz está señalado de varios asesinatos de indígenas kankuamos de la Sierra Nevada.
Con la captura de el Indio, Estrada asumió como jefe de esa banda y comenzó a cosechar su riqueza: se movía en autos lujosos y tenía apartamento en un exclusivo sector de Cartagena, aunque para evadir a las autoridades se hospedaba en hoteles y apartamentos amoblados en Barranquilla y Cartagena, donde finalmente fue ubicado.
REDACCIN JUSTICIA
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