Barrio cartagenero con 550 casas menos debido a falla geológica
La ministra de Vivienda, Beatriz Uribe, durante un recorrido que hizo por Lomas de San Francisco, un barrio de las faldas del cerro de La Popa de Cartagena afectado por una falla geológica, reconoció ayer que la tragedia allí es dos veces más grande que lo ocurrido en el pueblo de Gramalote (Norte de Santander).
Mientras que en el pueblo nortesantandereano, evacuado el año pasado por una falla geológica, resultaron afectadas unas 1.500 familias, en San Francisco la falla ha tumbado 550 casas y ha afectado a 2.600 familias, con la preocupación de que podría aumentar.
Las primeras medidas que se tomaron en conjunto tanto la Alcaldía como el Ministerio fueron garantizarles el subsidio de 200.000 pesos a las familias que perdieron sus viviendas. De las más de dos mil viviendas afectadas, 550 serán compradas por el gobierno distrital, con base en un avalúo catastral que se está realizando en estos momentos, mientras que otras 1.545 serán reubicadas en la Ciudad del Bicentenario, según informó la Ministra de Vivienda.
Según la Ministra, para dotar de vivienda a todas las familias afectadas en Lomas de San Francisco se requieren unos 100.000 millones de pesos.
Otra de las preocupaciones inmediatas de las autoridades es el peligro inminente de que las grietas producidas por las fallas geológicas lleguen hasta la pista de aterrizaje del aeropuerto Rafael Núñez.
"La pista está a dos cuadras de la zona de desastre, por eso hay que actuar de manera rápida y efectiva", dijo la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo.
En este sector, según la Alcaldesa, se necesitan 15.000 millones de pesos para las obras de mitigación, que consisten en un trabajo hidráulico para espichar (escurrir) el cerro y evitar que la grieta siga con su fatídico curso.
Según los expertos, la falla se produjo porque en el cerro fueron taponadas las correntías, lo que impidió que las aguas fluyeran hacia la ciénaga de la Virgen.
"Lo que está cobrando la naturaleza es precisamente los territorios que se tomaron. Con las lluvias, los mismos habitantes del sector informan que cuando sale el sol el terreno empieza a recomponerse, ya que cada vez que se cae un pedazo de cerro arriba, la tierra sale por otra parte a reacomodarse", explicó un ingeniero de la universidad de Cartagena.
Ante esta situación, la alcaldesa Pinedo sostuvo que se modificará el Plan de Ordenamiento Territorial y no se construirá más en la zona.
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