La finca Casa Blanca, en la vía Sopó-La Calera, en Cundinamarca, pasó de ser epicentro de una batalla jurídica entre un reconocido esmeraldero y una prestante familia, a ser un ejemplo más del despojo de tierras en una de las zonas más ricas del país, denunciado por el mismo presidente Juan Manuel Santos.
Se trata de un predio de más de 400 fanegadas, cuya historia dio un giro en abril del 2010, cuando apareció una escritura en la que se certificaba que la dueña de Casa Blanca -Ana Lucía Guerrero Torrente- la había vendido por 3.720 millones de pesos.
La supuesta compradora es la panameña Fenix Financial Services Corp., que -aseguran los voceros de esa firma- buscó a un reconocido esmeraldero para invertir en un proyecto de etanol con el cultivo de remolacha.
Pero, en abril del 2010, Guerrero ya no existía, pues había fallecido hacía un año, a los 83 años, según su familia, tras sufrir de alzhéimer.
Los herederos -28 personas y algunos de ellos propietarios de una importante distribuidora automotriz- se enteraron de la supuesta venta cuando llegaron unas personas a la finca con una escritura en mano.
"Era sábado a las 4 de la tarde. Entraron varias camionetas blindadas y personas armadas, acompañadas por la Policía de Sopó. Nos exigieron entregar la finca", dijo un familiar. Pero ese día no los dejaron tomar posesión. "Ana Lucía nunca firmó nada; menos la pudo haber vendido y jamás recibió ese dinero", reiteró.
Los hallazgos de la Súper
Al conocer el caso, la Supernotariado encontró irregularidades. Por ejemplo, según esa entidad, en la escritura aparece que la Promotora y Administradora de Sociedades & Cía. Limitada se la vendió a Fenix, cuando el nombre real de la sociedad familiar no es Limitada sino Cía. SCA.
También, el poder que presentó el representante de Fenix no cumplía con los requisitos y la transacción no fue reportada ni a esa entidad ni a la Dian. Por este hecho, ya se le abrió investigación al notario que les dio vía libre a las escrituras.
Además, el Gobierno también quiere descartar o confirmar si Fenix tiene algún nexo con DMG en el exterior y si se habría configurado un delito de lavado.
Por su parte, voceros de la firma panameña -creada en el 2006 con 10.000 dólares- no solo niegan cualquier vínculo con DMG, sino que afirman que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ya definió que las dos empresas -la limitada y la Cía. SCA- son de los mismos dueños. Además, anunciaron acciones legales contra la futura revocatoria del registro.
Fue un negocio transparente: representantes de Fenix
Voceros de la firma panameña Fenix Financial Services afirmaron que el negocio de Casa Blanca se hizo personalmente con Ana Guerrero, por el cual se desembolsaron 15.240 millones de pesos en efectivo en cinco pagos.
"Gozaba de buena salud. Ella condicionó el negocio a que se debía entregar el dinero en efectivo y a que le dieran un plazo de 36 meses para entregar el predio.
Fue transparente", dijeron. Y agregaron que el error en el poder se corrigió a tiempo. Admitieron que llegaron armados a la finca "porque estaban con la seguridad del inversionista. Aunque nunca se utilizó la fuerza". Y aseguraron que no tienen vínculo con DMG, aunque sí utilizaron los mismos abogados.
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