Las disueltas Autodefesas Unidas de Colombia (AUC) recibieron apoyo de la central de inteligencia y ayudaron al Ejecutivo del ahora expresidente Álvaro Uribe en el espionaje a magistrados y otras personalidades, aseguró un antiguo jefe de esa organización paramilitar extraditado a Estados Unidos.
"El DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) siempre ha sido muy cercano a las Autodefensas", afirmó el extraditado Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, en una declaración a las autoridades de EE. UU. y de Colombia en la prisión de la Florida, donde está recluido.
Los apartados centrales del testimonio de Don Berna fueron divulgados el domingo por Canal Capital y Canal Uno, ambas televisiones públicas.
Según Murillo, él recibió equipos del DAS para escuchas ilegales cuyas grabaciones le eran entregadas a altos cargos del Ejecutivo de Uribe, entre ellos sus antiguos secretarios Edmundo del Castillo y Bernardo Moreno, éste último ya encarcelado.
Algunas de ellas fueron llevadas hasta la Casa de Nariño, la sede presidencial, el 23 de abril de 2008, fecha de una escandalosa reunión de Del Castillo con el exparamilitar Antonio López (alias Job) y el abogado Diego Álvarez, defensor de Don Berna, agregó el mismo exjefe ultraderechista.
En la reunión también estuvo Marta Leal, mando medio del DAS, quien, según Murillo, participó en otros encuentros con ellos y tenía como responsabilidad darles instrucciones a sus subalternos sobre esas colaboraciones.
En ella también estuvieron el exdiplomático Juan José Chaux y el entonces secretario de Prensa de la Presidencia, César Mauricio Velásquez, actual embajador de Colombia en el Vaticano. "Eso nos daba (las reuniones con altos cargos) más solidez en la relación que había con el Gobierno nacional", sostuvo Don Berna.
Murillo aseguró que estos nexos se remontan a la época en la que el DAS tuvo como director a Jorge Noguera, condenado en 2011 a 25 años de prisión por haber puesto la central de inteligencia al servicio de los paramilitares.
Noguera estuvo a cargo del DAS en los primeros años del Gobierno de Uribe (2002-2010) y es uno de los antiguos directores de la central de inteligencia procesados por vínculos con paramilitares o por esa trama de espionaje. Entre ellos está María del Pilar Hurtado, asilada desde noviembre de 2010 en Panamá y a quien la Corte Suprema de Justicia (CSJ) tiene pendiente someter a juicio junto al exsecretario Moreno, preso por su implicación en la misma campaña de escuchas y seguimientos ilegales. La trama alcanzó a políticos de oposición, periodistas y defensores de los derechos humanos, además de magistrados de la CSJ.
Don Berna afirmó hoy de Hurtado que "ella sabía todo lo que estaba pasando". "El doctor Diego (Álvarez) me comentó que había hablado con ella en alguna oportunidad y ella estaba enterada de todo lo que estaba pasando", insistió Murillo, cuya organización se disolvió en 2006 con el desarme de más de 31.000 paramilitares.
El exjefe paramilitar fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008 junto a otros doce antiguos mandos de las AUC, mientras que Job fue asesinado en Medellín tres meses después de la citada reunión en la casa presidencial.
EFE
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