Tras un día agitado por versiones extraoficiales sobre conversaciones del Gobierno con las Farc para buscar un acuerdo de paz, en la noche de este lunes el presidente Juan Manuel Santos le confirmó al país -en una corta alocución televisada- que existen "conversaciones exploratorias" con las Farc, sobre cuyos resultados se informará en próximos días. (Lea también: Noruega mantiene silencio sobre negociaciones entre Colombia y Farc).
Santos, en todo caso, fue enfático en afirmar que "cualquier proceso debe llevar al fin del conflicto, no a su prolongación".
En ese sentido, el Presidente explicó que los acercamientos con las Farc se basan en este y en otros dos principios rectores: "Aprender de los errores del pasado para no repetirlos y mantener operaciones y presencia militar sobre cada centímetro del territorio nacional". (Lea aquí: Sectores políticos respaldan proceso de paz entre Gobierno y las Farc)
Dentro de estas mismas condiciones, Santos abrió de manera expresa la puerta a un proceso de paz con el Eln.
"Los colombianos pueden confiar plenamente en que este gobierno está obrando con prudencia, seriedad y firmeza, anteponiendo siempre el bienestar y la tranquilidad de todos los habitantes" del país, subrayó el Presidente. (Lea el pronunciamiento de Uribe tras el anuncio de Santos)
Su pronunciamiento se produjo horas después de que la emisora RCN y el canal Telesur dijeron que Gobierno y Farc habían acordado iniciar los diálogos el 5 de octubre en Oslo (Noruega), como parte de las conversaciones que han sostenido en Cuba. (Vea además: La polarización del país es el reto, dice Corporación Nuevo Arco Iris)
Santos no se refirió este lunes a ese tema, ni tampoco hizo alusión a las versiones que señalan que en los contactos han participado el ministro de Medio Ambiente y excomisionado de paz, Frank Pearl; el asesor presidencial Sergio Jaramillo y los guerrilleros Mauricio Jaramillo, el Médico, y Rodrigo Granda. (Lea un análisis del excomisionado de paz Camilo Gómez)
La decisión del Presidente de iniciar acercamientos con las guerrillas para un eventual proceso de paz se convierte en el tercer intento oficial en este sentido, en los últimos 30 años.
En 1982, el presidente Belisario Betancur, conservador, se convirtió en el primer mandatario en apostarle a esa meta, y aunque fracasó abrió el camino para una solución negociada del conflicto armado.
Los gobiernos de Virgilio Barco y César Gaviria, liberales, lograron acuerdos con el M-19, el Epl, el Quintín Lame y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
Aunque luego hubo otros esfuerzos para buscar un acuerdo de paz, fue Andrés Pastrana, también conservador, quien en 1998 inició un proceso formal de negociación con las Farc, en el Caguán.
Tras ese intento, también fracasado, vinieron los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, en los que prevaleció la acción militar sobre el entendimiento político. (Vea: Los encuentros secretos de paz de Álvaro Uribe)
No es la primera vez que Santos se compromete con una búsqueda negociada de la paz. En 1997 envió una carta al presidente Ernesto Samper en la que propuso por primera vez una zona de distensión para un diálogo con las guerrillas. (Vea un video de reacciones sobre un posible inicio de diálogo de paz entre Gobierno y Farc)
Y el día de su posesión como Presidente afirmó: "Es posible tener una Colombia en paz, una Colombia sin guerrilla, y lo vamos a demostrar". También expresó que su gobierno tendría "un destino cierto: el de la paz y la prosperidad"
En los dos años que lleva en la Casa de Nariño, este mensaje ha sido recurrente, e incluso ha dicho que moriría feliz si el país lo recuerda como el Presidente que hizo la paz.
Precisamente, el mandato de Santos ha girado en torno a reformas jurídicas y políticas que le den cabida a esa posibilidad.
La más importante, quizás, ha sido el marco jurídico para la paz, reforma constitucional que establece las condiciones para el proceso que se podría poner en marcha.
Pero, además, se inauguró con la ley de víctimas y sacó adelante la ley de desmovilizados y la modificación de la ley de orden público, que prohibió las zonas de despeje en todo el territorio nacional.
Ahora, el Gobierno se alista para sacar adelante las leyes que reglamentarán el marco jurídico para la paz, que será necesario para llevar a feliz término una eventual negociación con las guerrillas. (Lea aquí: Por qué la prudencia de Santos / Análisis)
El pronunciamiento de Santos dejó claro que el Gobierno será prudente en los avances y la información sobre los acercamientos, y que un eventual proceso no será una repetición de lo ocurrido en los de 1982 y 1998. (Así registraron los medios del mundo el anuncio de Santos)
Una de las razones más obvias es que las guerrillas, y particularmente las Farc, no tienen hoy la fortaleza militar que tenían hace 14 años. La otra es, sin duda, que el gobierno de Santos está provocando unas transformaciones sociales que buscan quitarle argumentos a la existencia de los grupos insurgentes.
Como lo dijo el editorial de EL TIEMPO del domingo, "las realidades del campo de batalla deben reflejarse en la agenda de las conversaciones. No se trata, entonces, de negociar el Estado o el orden institucional establecido".
30 años de intentos frustrados de paz
1. La Uribe, el único acuerdo
En 1984, el gobierno de Belisario Betancur y las Farc firmaron el Acuerdo de La Uribe (Meta). Es el único que pasó del papel a la práctica e incluía cese de fuegos, fin del secuestro y la apertura de espacios políticos para la guerrilla. El proceso fracasó y se rompió definitivamente en 1987.
2. Caracas y Tlaxcala
En 1991, las Farc y el Eln volvieron a hablar de paz con el gobierno Gaviria, bajo la Coordinadora Nacional Guerrillera. Caracas y luego Tlaxcala, en México, fueron escenario de unos diálogos que no llegaron a acuerdo alguno. En 1992, el crimen del exminis- tro Argelino Durán rompió el proceso.
3. 1998-2002: despeje y fracaso
En 1998, Andrés Pastrana gana la Presidencia apostándole a la paz con las Farc. Tres meses después de asumir el poder, entra en vigencia una zona de despeje de 42.000 kilómetros. Fue el tercer intento de diálogo con las Farc, el más polémico. El proceso se rompió en febrero del 2002.
Reacciones
Eduardo Montealegre
Fiscal general de la Nación
"Es una buena noticia para el país. Y si se piensa en un proceso como fin del conflicto armado, la alternativa es que las personas puedan participar en la vida pública y en elecciones".
Ernesto Samper Pizano
Expresidente de la República
"No se pueden rechazar los esfuerzos para la paz. El país está acompañando al Presidente y lo más importante es que no se empiecen a complicar los acercamientos".
Javier Ciurlizza
Dir. International crisis Group para Latinoamérica
"Es un anuncio histórico para Colombia. Es una excelente noticia y es comprensible la reserva con la que el Gobierno quiere manejar las conversaciones".
Gustavo Gómez
Presidente del Consejo de Estado
"Todo proceso en ese sentido es bienvenido, no podemos seguir en esta guerra de aniquilamiento. Pero los acuerdos deben pasar por el filtro de la justicia; que no haya impunidad ni privilegios".
Álvaro Uribe Vélez
Expresidente de la República
"La legitimación que el gobierno Santos ha hecho de la complicidad de Chávez con la guerrilla la paga Chávez sentándolos en la mesa para que eso le sirva a su reelección".
Guillermo Botero
Presidente de Fenalco
"Como punto de partida del diálogo, la subversión deberá comprometerse al cese del secuestro, de los ataques a la población civil y de atentados contra la infraestructura".
Juan Martín Caicedo
Presidente de la CCI
"Coincidimos en que el propósito debe terminar con el conflicto, evitando caer en los errores del pasado y sin descuidar -como resalta el Presidente- ni un solo centímetro del territorio".
Roy Barreras
Presidente del Senado
"Respaldo total del Congreso de la República a la intención de paz del presidente Juan Manuel Santos. La casa de la democracia está abierta para ser la casa de la paz".
REDACCIN POLTICA
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