Los tentáculos de la red del señalado narcotraficante Alejandro Jiménez, alias Palidejo y considerado como el cerebro del crimen del cantante Facundo Cabral, son ahora clave para terminar de aclarar el capítulo del avión robado en un hangar del aeropuerto Eldorado, en abril pasado.
Con la captura de siete miembros de la red de lancheros que coordinó el traslado de Palidejo desde Panamá a Chocó, donde en marzo pasado fue detenido, la Policía Antinarcóticos pudo establecer que el vuelo del avión Bechcraf de matrícula HK-4406 era para la organización del señalado narco.
Ese era uno de los acuerdos previos que había hecho Palidejo antes de emprender el viaje a Colombia, donde pretendía consolidar rutas para el tráfico de cocaína hacia Centroamérica, y luego seguir hasta argy. Palidejo fue deportado a Nicaragua, donde enfrenta cargos por narcotráfico.
La aeronave Bechcraf, de la que aún no se conoce el paradero, partió en abril pasado de Eldorado y aunque tenía plan de vuelo hacia Honduras aterrizó sin autorización en Carepa (Antioquia), y luego se perdió del radar de las autoridades.
Por ese caso han sido capturados los cuatro pasajeros del avión, un funcionario de Migración Colombia, el despachador de la aeronave y el piloto y copiloto. Estos últimos, Javier Eustakateri y Gonzalo Rugeles, fueron detenidos en Nicaragua en una operación contra la red de Palidejo.
Investigadores de la Policía aseguran que el mismo narco los habría contactado para el envío de un cargamento de droga. Lo que aún no está claro es la relación con la banda los Urabeños y el viaje de Alexander Montoya Úsuga, alias el Flaco. Montoya Úsuga, considerado como el segundo de la banda criminal, fue capturado por el Gaula de la Policía en Honduras en julio pasado y al parecer se habría trasladado a ese país en el avión Bechcraf.
La red de lancheros
Entre los siete miembros de la red de lancheros, aparece Salomón Hinojosa Asprilla, alias Salo, quien para la Policía era el jefe de la organización de tráfico de drogas. Esta podía mover hasta 4 toneladas de cocaína en lanchas rápidas hacia Centroamérica desde el Pacífico.
En los controles que la Policía hizo a alias Salo pudo establecer que fue él, con su socio radicado en Panamá, quien asumió la responsabilidad del traslado de Palidejo a Chocó. Se encargó de enviar la lancha y de conseguirle un pasaporte colombiano.
Hinojosa Asprilla, de 36 años, había sido capturado en el 2002 en Panamá por narcotráfico, pero en el 2010 se fugó de una cárcel en ese país. Para ese entonces ya tenía contactos con la mafia en Centroamérica y desde su fuga se había refugiado en el Pacífico, desde donde manejaba su propia red de tráfico de drogas al servicio del mejor postor, entre ellos los Rastrojos.
Hasta ahora no se ha definido si alias Salo es enviado a Panamá, que a través de Interpol lo requiere, o si primero enfrentará a la justicia colombiana.
REDACCIÓN JUSTICIA
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