En la provincia de Colón, en Panamá, se habría radicado hace un par de meses Francisco Morelo Peñata, alias el Negro Sarley, considerado por las autoridades el segundo jefe de la banda de los Urabeños.
El traslado a Centroamérica, de acuerdo con la Policía, corresponde a la estrategia de la banda criminal de seguir expandiendo sus contactos en el negocio del tráfico de cocaína, aprovechando la caída de capos y el sometimiento de los hermanos Calle Serna, antiguos jefes de los Rastrojos.
Por eso, Sarley habría dejado su refugio en el Urabá antioqueño para manejar en Panamá la "red de apoyo" y lavar activos por medio de empresas de transporte en Colón, compraventas de vehículos y constructoras.
Sarley es un exguerrillero del Epl y cuñado de Dairo Antonio Úsuga, Otoniel, máximo jefe de los Urabeños, los que, para las autoridades antimafia, son la estructura "dominante" del narcotráfico.
"Es claro que el movimiento a Panamá se da para reactivar las alianzas y conexiones que había hecho Alexánder Montoya Úsuga, el Flaco, pero que habían quedado quietas tras su captura (en julio) en Honduras", señaló un oficial de inteligencia.
Además de Sarley, otro urabeño se habría establecido en el exterior. Organismos de seguridad conocieron audios en los que un miembro de esa organización ilegal reporta su viaje a los Países Bajos. El desplazamiento lo hizo por Panamá y España hasta llegar a Ámsterdam.
Para las autoridades, este viaje hace parte de la estrategia de los Urabeños de apoderarse de las rutas que exparas usaban para el envío de cocaína hacia España, Bélgica, Rotterdam y Ámsterdam.
Huyó por deuda con la banda
El pasado 15 de noviembre, las autoridades de Panamá capturaron en el aeropuerto de Ciudad de Panamá al exurabeño Elkin López Torres, alias la Silla, quien estaba huyendo de la banda por una deuda de más de 5 mil millones de pesos. López Torres fue deportado a Colombia.
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