La noche de las velitas estuvo marcada por las 75 riñas que cada hora, en promedio, fueron atendidas por las autoridades.
A pesar de que hubo una disminución del 11 por ciento frente al año pasado, cuando se reportaron unas 90 riñas más, la cifra sigue siendo elevada.
“Estamos focalizando acciones en los sitios de mayor afluencia de gente y aplicando la norma del cierre de tiendas de barrio, pero la solución de este tipo de situaciones tiene que ver mucho con la tolerancia el respeto y la correcta solución de conflictos”, explicó el general Luis Eduardo Martínez, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Durante la jornada, en la que la Policía se encontró con 608 menores de edad que no respetaron la medida del toque de queda, 117 niños fueron valorados por consumo de licor y 21 de ellos fueron remitidos a centros asistenciales por presentar intoxicaciones.
“Estamos empeñados en diseñar una política pública para proteger a los niños en las noches en Bogotá, pero una medida de prohibición de circulación en estos horarios no puede ser implementada permanentemente”, aseguró el secretario de Gobierno, Guillermo Asprilla.
Balance positivo en la noche
Aunque las riñas fueron el lunar en la noche de las velitas, este año se reportaron 110 casos menos en materia de criminalidad que en el 2011.
Durante la celebración, según las autoridades, se registraron 5 homicidios en la capital, 10 muertes violentas menos que el año pasado.
Este año el hurto a personas tuvo una reducción del 76 por ciento y el hurto a residencias disminuyó en un 92 por ciento.
A su vez, 750 personas fueron llevadas a la Unidad Permanente de Justicia (UPJ) y se logró la incautación de 85 kilogramos de pólvora.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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